El día de la Creación

05 / 11 / 2010 0:00 Luis Reyes
  • Valoración
  • Actualmente 5 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • Tu valoración
  • Actualmente 5 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
¡Gracias!

EL CAOS, ATARDECER DEL 22 DE OCTUBRE DE 4004 ANTES DE CRISTO • Dios comienza la Creación, según la cronología del arzobispo anglicano James Usher.

El Génesis comenzó el día primero del mes de tisri del año uno, según la religión judaica, que ha mantenido hasta el presente la cronología a partir de aquel día de la Creación. Traduciendo del calendario hebreo al gregoriano, esa fecha inicial del mundo resulta ser el 7 de octubre del año 3761 antes de Cristo (a.C.).

¡Error! concluyó muy satisfecho el reverendo Usher a mediados del siglo XVII. Los judíos estaban en el error, lo que para este vehemente hombre de Iglesia, arzobispo de Armagh, distinguido por su poca tolerancia, no tenía nada de sorprendente; al fin y al cabo, llevaban persistiendo en el error desde hacía 17 siglos.

El mundo había sido creado hacía más tiempo, según las investigaciones de Usher. Concretamente, el 22 de octubre del año 4004 antes de Cristo. Para ser más exactos, al anochecer, y era sábado. Si hay un ejemplo histórico de parto de los montes, es éste. No sabemos cuánto estudio y esfuerzo intelectual le costó al arzobispo Usher llegar a su docta conclusión, pero no valía la pena para cambiar solamente en dos siglos y medio la fecha mítica de los judíos. La precisión en la hora añade un toque grotesco a su teoría.

En realidad el arzobispo Usher no podía llegar a una fecha muy distinta de la sostenida por los rabinos, puesto que su fuente era la misma, la Biblia, y su método era también idéntico: ir sumando las generaciones de patriarcas, cuya genealogía está minuciosamente detallada en el Antiguo Testamento, hasta llegar a los tiempos históricos.

Demasiados matusalenes.

El problema es que las informaciones que proporciona la Biblia son absurdas. Según el libro del Génesis, Adán “a la edad de 130 años engendró un hijo (...) y le llamó Set. Después vivió Adán 800 años y engendró hijos e hijas”. Set vivió 957 años, su hijo Enós, 905, el sucesor de éste, Cainán, 910, y así hasta el Diluvio, batiendo el récord Matusalén con 969 años de vida, por lo que “vivir más que Matusalén” se ha convertido en una frase hecha. Después del Diluvio, la edad media de los patriarcas desciende notablemente, primero a unos 300 años, luego a 200. Evidentemente, los autores de la Biblia iban adaptando la longevidad de sus antepasados a la realidad, conforme se acercaban a los tiempos históricos. Jacob vivió ya solamente 147 años, y su hijo José, que llevó a los israelitas a Egipto, una edad creíble: 110 años.

James Usher había nacido en Dublín en 1581, al principio de la Edad Moderna, pero estaba anclado en el pensamiento medieval que aceptaba las Sagradas Escrituras al pie de la letra, aunque dijeran incongruencias. En su tiempo fue considerado un distinguido académico, lo que le valió una brillante carrera en la Iglesia anglicana. En 1625 fue nombrado arzobispo de Armagh, primado de la Iglesia de Irlanda, la más alta jerarquía anglicana en la isla. Se distinguió por su celo en la persecución de los católicos irlandeses, por eso cuando en 1641 se desató una rebelión católica, perdió su sede y su fortuna y tuvo que refugiarse en Inglaterra, donde terminarían sus días.

Fue en ese exilio inglés donde publicó en 1650 su famosa cronología, Annales veteris testamenti, a prima mundi origine deducti. No solamente fijaba la fecha de la Creación, también la del Diluvio Universal, 2348 a.C., y la del pacto de Dios con Abraham, 1921 a.C. Incluso variaba la fecha del nacimiento de Jesucristo, retrasándola hasta el año 5 a.C.

Sin embargo, ya en el siglo XVII había espíritus más lúcidos que proponían una lectura crítica de las Sagradas Escrituras, como Spinoza en el campo judío, o Richard Simon en el católico. Pero sería Buffon quien planteara el siglo siguiente un método científico, extra bíblico, para averiguar la edad del mundo.

El conde de Buffon partía del hecho de que la Tierra tenía un interior incandescente y mantenía la hipótesis de que anteriormente había sido toda ella una bola de fuego, como el Sol, de donde posiblemente procedía. Realizó experimentos con esferas de tierra, que calentaba al rojo vivo para controlar su tiempo de enfriamiento, y llegó a la conclusión de que los tiempos bíblicos eran absurdos, que la Tierra había necesitado mucho más para enfriarse que los cinco mil y pico años que decían los judíos y Usher.

El cálculo de Buffon fue de 75.000 años. Hoy nos parece ridícula esta cifra tan errónea, pero en su momento fue una revolución por lo que tenía de desafío a los argumentos religiosos imperantes, porque era un recurso al razonamiento exclusivamente científico. Era el Siglo de las Luces, y la pasión racional y científica de los ilustrados iba destruyendo los mitos bíblicos. El estudio de los fósiles fue demoledor: mostraba por una parte que habían existido especies animales de las que no había memoria anteriores al hombre y sobre todo, que hacía falta un tiempo inmensamente más largo para el proceso de fosilización.

Derribando mitos.

Otro científico aristócrata, el caballero de Lamarck, padre de la biología y autor de la primera teoría de la evolución, comenzó a hablar no de decenas de miles de años, como Buffon, sino de millones. El estudio de la geología, la estratigrafía, la paleontología, la termodinámica, la astronomía y la física atómica ha ido alejando cada vez más el día de la creación. Las investigaciones del físico neozelandés Rutherford sobre la radiación, los experimentos sobre el comportamiento del carbono-14, han llevado a fijar la edad de la Tierra –y del Sistema Solar- en unos 5.000 millones de años.

Sin embargo, el fundamentalismo religioso, en progresión durante los últimos años, no se ha rendido y presenta batalla en defensa de los mitos bíblicos (véase recuadro). Los creacionistas, que aceptan la Creación del mundo por Dios como dice la Biblia y rechazan la teoría de la evolución de Darwin, son especialmente fuertes en EEUU, donde cuentan entre sus filas a George W. Bush, el anterior presidente. Un 38% de los estadounidenses es partidario de que en las escuelas solamente se enseñen teorías creacionistas para explicar el origen del mundo.

El arzobispo Usher sigue teniendo su público.

Grupo Zeta Nexica