El boom búlgaro

Anita, la recepcionista, está muy ocupada. Apenas se ha registrado un grupo de turistas ingleses en el elegante hotel en la costa búlgara del mar Negro cuando llega un autobús con nuevos huéspedes. “El hotel está completo” el balneario de Slanchev Brjag, conocido como Playa del Sol, se ha afianzado como destino alternativo a países bajo amenaza terrorista como Turquía o Egipto. Los turistas aprecian la buena relación precio-servicio de las vacaciones todo incluido y las playas de arena fina.   

Los balnearios más conocidos –Slanchev Brjag en el sur y Slatni Pjassazi (Playa de Oro) en el norte– surgieron hace 60 años a lo largo de las playas de arena más largas de la costa del mar Negro. Con la transición del país a una economía de mercado, el número de hoteles creció. Las viejas instalaciones fueron privatizadas y renovadas. Se crearon nuevos centros turísticos, espacios verdes, parques acuáticos y discotecas. Ahora, el cliente es el rey, reza el lema del sector turístico búlgaro. 

Bulgaria recibirá este año un 10% más de turistas que en el año 2016, con 8,2 millones de veraneantes. Se prevé para este año, 2017, un aumento del número de viajeros de un 11%. [DPA]   

Nesebar, patrimonio de la Unesco