La liga Endesa de baloncesto vuelve con buena salud

La liga Endesa ha decidido hacer honor a su olor y sabor a baloncesto y después de dos años consecutivos celebrando la fiesta de presentación en el atrio de la sede de Endesa (con trabajadores como público y campo improvisado en el hall) esta temporada ha nacido en una cuna mítica: el renovado pabellón Antonio Magariños de Madrid, una instalación que huele a baloncesto y en la que el balón y la canasta se han hecho mayores de la mano de triples y mates y defensas inolvidables de su equipo local, el Estudiantes. Magariños es tradición y Endesa, de algún modo, también lo es ya. El principal patrocinador de la que es posiblemente la mejor liga del mundo después de la NBA encara su tercer año como estandarte de nuestro baloncesto con una ilusión que se resume en las palabras que Borja Prado, presidente de Endesa, pronunció ante un Magariños repleto de jugadores, periodistas y estudiantes: “Para nosotros el baloncesto representa el trabajo en equipo, y eso  es tan importante para el deporte como para las compañías. Los jugadores son una referencia para nosotros”.

La temporada 2013-2014 se ha presentado en sociedad como ya comienza a ser costumbre en el baloncesto español: resaca de una medalla de la selección española –esta vez de bronce, la conseguida en Eslovenia este verano– y mucho espectáculo. Vídeos de calidad, cheerleaders, buena música, todos los periodistas que cupiesen en la antigua casa del Estudiantes, los discursos inaugurales y un par de juegos que hicieron las delicias de los cientos de estudiantes que animaban desde las gradas. Eso y una nutrida representación de jugadores (18); las estrellas, nada de segundones: Sergio Rodríguez como estandarte del Real Madrid, vigente campeón; Juan Carlos Navarro en representación del Regal FC Barcelona; Carlos Suárez por el Unicaja de Málaga; Fernando San Emeterio con la camiseta del Laboral Kutxa de Vitoria; o Pablo Aguilar con la del Valencia Basket. Un dato: de los 18 equipos que conforman el campeonato, nada menos que 12 cuentan en sus filas con algún jugador del pasado Eurobasket de Eslovenia: en la liga Endesa participan exactamente 35 internacionales continentales. Nuestro baloncesto cuenta con una salud de hierro, de eso no hay duda.

En parte, eso es gracias a Endesa, que desde su llegada en la temporada 2011-2012 ha funcionado como paraguas protector de un deporte que está en su mejor momento en nuestro país, con índices de popularidad y cuotas de pantalla televisivas que han llegado a superar al fútbol en alguna ocasión –algo impensable hace unas décadas– y la sensación de estar sorteando los años de crisis con más vigor que nunca.

Confort en la crisis.

Cinco millones de euros al año bien lo valen. Son, de hecho, tal y como explicó  en el acto el exjugador y hoy presentador Juanma Iturriaga, una razón de peso para “agradecérselo en persona a Borja Prado”, que tomó el testigo para referirse a la relación de la compañía con el baloncesto español y la liga ACB, cuyo veterano presidente, Eduardo Portela, miraba de reojo con admiración: “Nuestro primer año junto al baloncesto español lo dedicamos a trabajar con la ilusión de poder identificar el nombre de Endesa con este deporte y este campeonato. El segundo supuso la consolidación”. ¿Y esta tercera singladura? “Este año pensamos que debe la confirmación”, resumió Prado.

Jordi Villacampa, uno de los jugadores más valiosos que ha dejado el deporte de la canasta en nuestro país, exjugador y actual presidente del FIATC Joventut, uno de los equipos clásicos de la competición, atiende a Tiempo para reflexionar sobre la presentación de la liga, el papel de un patrocinador del tamaño y la convicción de Endesa y el momento actual del campeonato español. Para Villacampa, “Hoy en día el marketing tiene mucho peso en los negocios y hace falta una buena presentación para vender un buen producto; una puesta en escena trabajada con un patrocinador potente que da confort a nuestra liga y que es nuestro socio y nuestro apoyo en tiempos de dificultades económicas, cosa que es de agradecer”. Imposible resumirlo mejor.

Reflejo de la economía.

La liga es otra cosa. Una vez superado el primer torneo oficial del año, la Supercopa de los días 5 y 6 de octubre –el aperitivo perfecto, concurso de triples incluido–, llegará la acción. Jordi Villacampa cree que seguirá estando dominada por dos equipos... los dos que, como en el fútbol, cuentan con más trayectoria, más presupuesto y jugadores más contrastados. Real Madrid y Regal Barcelona, cómo no: “En cuanto a la liga, hay dos equipos poderosos por encima de los demás, y el resto tendremos que intentar competir”, matiza Villacampa.

Competir en una liga que sigue siendo la referencia en Europa. Eso sí, no por las incorporaciones extranjeras –como antaño– sino por el nivel de los jugadores españoles, la mejor generación que recordamos. Dicho de otro modo: “Debido al flujo de las economías de distintos países hay jugadores que han optado por ir a Rusia y Turquía, que son países donde ahora hay dinero, y luego hay una liga que lo está haciendo muy bien y que está muy bien estructurada”. El presidente del FIATC Joventut se refiere a la alemana. ¿Les suena? Fútbol y baloncesto se parecen cada vez más.

Pero aquí la liga Endesa crece para confirmarse como la mejor del mundo tras la NBA. Y lo hace de la mano de una expansión que le va a permitir recuperar el tiempo y el espacio perdidos: este año la competición será retransmitida en más de cien países y en España podrá verse toda la competición en abierto, con retransmisiones repartidas, como el año pasado, entre las autonómicas y la cadena nacional y su canal temático deportivo Teledeporte.

Otro gran reflejo de los tiempos que vive la economía europea, en especial en el Sur y en especial en España, donde a pesar de la crisis en los últimos años se ha disparado el volumen de apuestas deportivas, es la implantación del Quinibasket, un sistema de apuestas que tendrá como objetivo emular a la Quiniela de fútbol. Todo con tal de mantener a flote un barco, el del baloncesto español, que con el apoyo de Endesa navega cada vez más firme y da muestras de su excelente estado de salud.