Cómo ligar en el gimnasio

Cuerpos musculados y sudorosos, la simple cercanía o  coincidir todos los días son algunos de los motivos por los que los gimnasios son lugares donde se suele ligar. Hacer deporte crea endorfinas, lo que hace que aumente nuestra felicidad y optimismo. Por ello, y aprovechando el subidón, es fácil acercarse a esa persona que nos atrae y con la que coincidimos dándolo todo en el gimnasio. La aplicación de citas Happn nos da unos consejos para seducir mientras pulimos nuestro cuerpo.

- Sea regular. Mantener una rutina tanto en los días como en los horarios para acudir al gimnasio facilita que cada día se vea a las mismas personas, lo que favorece la confianza y el buen feeling. Muy mal tiene que darse para que simplemente por el roce no empiecen a surgir las conversaciones.

- Comparta conocimientos y nunca critique. Intercambie consejos y pregunte sin miedo –cómo utilizar una máquina, cómo hacer un ejercicio–, porque inicia una relación de confianza y, además, es práctico, pero nunca critique a los demás, porque da una percepción negativa de uno mismo.

- Aproveche las dating apps. Acercarse a alguien mientras está haciendo esfuerzos con las pesas o sudando en la cinta quizás no es el momento más perfecto. Las dating apps como Happn dan la oportunidad de volver a encontrar a esa persona, y contactar con ella en un momento más tranquilo.

- Sea amigable y sincero. Pero este consejo no solo vale para el gimnasio, sino para la vida en general. Si es una persona optimista, alegre y sincera tendrá muchas más posibilidades de conocer gente nueva. Lo positivo atrae, lo negativo ahuyenta, es algo que hay que recordar siempre.

- No exagere ni presuma. Hacer que se levanta más peso del que se puede, ponerse camisetas de licra para aparentar y sobreactuar no llevan a nada. La gran mayoría de las personas se dan cuenta de ello y genera más rechazo que admiración. Reconocer los límites y ser  natural es mucho mejor.

- Hágase una persona cercana. Probablemente ir al gimnasio a perder peso o ganar musculatura es el principal objetivo, pero nunca está mal atender esa petición de ayuda con un ejercicio, una postura o una máquina. Ser cercano y no aislarse abre a conocer gente de una forma sencilla y fluida.