Revuelo en Bali por los planes de construcción de una Trump Tower

03 / 08 / 2017 Christoph Sator (DPA)
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En dos o tres años se espera que abra sus puertas el Trump International Hotel & Tower Bali con un campo de golf de 18 hoyos.

Para desarrollar el proyecto, Donald Trump se asoció en 2015, antes de su elección como presidente, con el empresario indonesio Hary Tanoesoedibjo. Foto: Carolyn Kaster/AP/DPA

No hay que esforzarse mucho para imaginarse lo que diría Donald Trump a unas decenas de metros sobre el océano Índico en la costa de Bali: "Amazing. So great". Y por supuesto todo el mundo estaría de acuerdo en que la vista al mar desde el templo hindú Tanah Lot es maravillosa, magnífica. El problema es que una de las empresas de Trump quiere construir justo al lado un gran hotel.

El hotel de cinco estrellas Nirwana Pan Pacific, que se erige ahora en el lugar, cerró recientemente sus puertas y va a ser demolido.

En dos o tres años se espera que abra sus puertas el Trump International Hotel & Tower Bali con un campo de golf de 18 hoyos. Todo será aún más "exclusivo", aseguran los responsables, algo difícil de imaginar cuando en el viejo hotel la habitación ya costaba 425 dólares la noche. 

Aún no se conocen los planes exactos. Sin embargo, los habitantes de la isla indonesia más popular para los turistas (en 2016 recibió casi cinco millones de visitantes) están especialmente preocupados por el nombre de la edificación. 

Porque en Bali existe una ley que prohíbe que cualquier construcción supere la altura de una palmera: 15 metros. Y allí no existen los rascacielos al estilo de Trump. 

Y sólo la idea de que una Torre Trump en Tanah Lot pueda superar esa altura horroriza a muchos y no solo por la ley: la mayoría de los habitantes de Bali están convencidos de que quien se atreva a construir más alto que una palmera atraerá la ira de los dioses y los demonios. Y el asunto va en serio: para los hindúes -el 80 por ciento de la población de la isla- es totalmente normal obsequiar a los dioses varias veces al día con ofrendas. 

En el antiguo Nirwana pueden encontrarse aún pequeñas cestas de hojas de plátano con varillas de incienso, arroz y a menudo algo de dinero, como ofrendas a los dioses. "Si el presidente estadounidense viola nuestras normas, también los dioses se vengarán de él, asegura un empleado del hotel que prefiere no dar su nombre. No importa que Trump haya traspasado sus negocios a sus hijos tras la victoria electoral. 

Para desarrollar el proyecto, el magnate inmobiliario se asoció en 2015, antes de su elección como presidente, con el empresario Hary Tanoesoedibjo, una especie de versión indonesia de Trump. 

Con su holding MNC Group, Tanoesoedibjo tiene empresas inmobiliarias y hoteles, además de organizar concursos de belleza. El millonario de origen chino también ha anunciado su intención de presentarse de nuevo a las presidenciales en 2019.

La gente de "Tanoe" y de Trump están tratando de comprar más terreno junto a la parcela del antiguo hotel de 103 hectáreas, que ya se encuentra en su poder. Pero muchos agricultores de arroz se niegan a vender sus terrenos, que pertenecen a la familia desde hace varias generaciones. 

En Tanah Lot, una construcción del siglo XVI y Patrimonio de la Humanidad, la tradición es más importante que en cualquier otro lugar. 

"La tierra tiene una gran importancia para todos nosotros. Donald Trump puede que tenga diferentes tradiciones y una cultura distinta, pero si viene aquí, tendrá que respetar la nuestra", dice Made Sumawa, el responsable del pueblo más cercano, Beraban.

Aunque la sociedad del proyecto ha asegurado que tendrá en cuenta "los valores culturales locales", nadie sabe si de verdad será así. 

Pero también hay gente que está a favor de los planes de construcción. Los empleados del hotel esperan que la "Trump International Hotel&Tower Bali" abra lo antes posible. De ello dependen varios cientos de puestos de trabajo.
"Si se construye rápido, significará más trabajo", afirma también Sumawa. 

El turista más famoso que visitó Bali en los últimos años se ha mantenido al margen del asunto; cuando el predecesor de Trump, Barack Obama, visitó brevemente la isla, evitó pasar por el hotel "Nirwana" y por Tanah Lot. El ex presidente llegó con el resto de su familia al resort "Four Seasons", en Ubud, a una hora y media en coche en el interior de la isla. 

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