Redescubriendo a Humboldt

29 / 09 / 2016 dpa
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Madrid (dpa) - En 1869 decenas de miles de personas celebraron el primer centenario del nacimiento de Alexander von Humboldt. El naturalista alemán fue el científico más conocido de su época y es la persona con más lugares designados en su honor, desde ciudades y montañas hasta casi 300 plantas. Sin embargo, fuera de Alemania y América Latina ha caído prácticamente en el olvido. 

Humboldt (1769-1859) fue el primero en plantear que en la naturaleza todo está interconectado y en advertir de los efectos de la acción humana sobre el medio ambiente. Sus libros fueron "best sellers", escritores como Goethe y científicos como Charles Darwin le admiraban y se convirtió en una referencia para políticos como Simón Bolívar o Thomas Jefferson. 
¿Qué ocurrió para que hoy no sea un personaje célebre? "Una razón es que no hay ningún (gran) descubrimiento conectado con él. No descubrió un planeta, ni la gravedad general ni la teoría evolutiva", explica Andrea Wulf, autora de la nueva biografía de Humboldt. 
A ello se suma que su idea de descubrir la naturaleza con la razón y los sentimientos era menospreciada a principios del siglo XX, cuando empezó a decaer su fama, y el sentimiento antigermano imperante durante la Primera Guerra Mundial. "No era el momento para celebrar a un científico alemán", apunta la autora.
"La invención de la naturaleza. El nuevo mundo de Alexander von Humboldt" (Taurus) recupera la figura de un hombre infatigable y polivalente, con una desbordante necesidad por entender cómo funciona el mundo y muy vinculado a Latinoamérica. 
Nacido en una familia prusiana acaudalada cerca de Berlín, en cuanto pudo disponer de su herencia se lanzó a recorrer el mundo. Intentó primero viajar a las Indias Occidentales o a Egipto desde Inglaterra y Francia, pero ambos intentos se frustraron. Así que fue a probar suerte a Madrid, donde el rey Carlos IV le dio permiso para recorrer las colonias españolas de Sudamérica. En junio de 1799 partió de La Coruña, en el norte de España, en un viaje que se prolongaría durante cinco años. 
"Fue en Latinoamérica donde desarrolló el concepto de naturaleza que seguimos utilizando ahora. Allí vio que la naturaleza un todo interconectado y describió la Tierra como un organismo vivo. Es algo que probablemente no habría descubierto de no haber ido a Latinoamérica", cuenta Wulf en entrevista con dpa. 
Acompañado por el botánico Aimé Bonpland, recorrió las actuales Venezuela, Colombia, Ecuador, México y Cuba, llegó a la parte más alta del volcán Chimborazo en Ecuador (de 6.263 metros) y demostró que los ríos Oricono y Amazonas estaban conectados por sus afluentes.
"Lo importante del Chimborazo es que está casi exactamente en el ecuador. Así que a sus pies vio vegetación tropical y después líquenes cerca de la línea de nieve, algo que conocía de los Alpes". Fue allí donde comprendió que la naturaleza es un entramado de vida y una fuerza global.
El relato apasionado de Humboldt sobre Sudamérica también sirvió para inspirar Simón Bolívar, el hombre que después lideraría los levantamientos contra la corona española. Se conocieron en París en 1804 y entonces el científico alemán no pudo imaginarse el papel que jugaría aquel joven soñador. 
Gracias a la influencia de Humboldt, la belleza de América Latina se convirtió en un tema recurrente para Bolívar, que "usaba la naturaleza una y otra vez para arengar a los revolucionarios".
Los trabajos del naturalista también sirvieron para que el revolucionario conociese mejor Sudamérica. "En aquel momento, Bolívar no había visto el resto del continente así que usó los libros Humboldt para aprender qué estaba sucediendo en otras partes. Utilizó una y otra vez el conocimiento de Humboldt sobre Latinoamérica para informarse", cuenta Wulf.
También fue en Latinoamérica, ante los efectos del colonialismo, dónde el investigador se dio cuenta de que la mano del hombre podía provocar cambios catastróficos en la naturaleza, convirtiéndose en precursor del ecologismo. 
"Advirtió sobre la forma dañina en que el hombre provocaba cambios en el clima. Advirtió de que la deforestación, los monocultivos, la irrigación y las grandes cantidades de humo y gas procedentes de los centros industriales afectaban al clima y al ecosistema", subraya la escritora. 
"Creo todos los niños deberían aprender sobre Humboldt como aprenden sobre Isaac Newton o sobre Darwin", reivindica Wulf, que con esta biografía consiguió el último premio de la Royal Society al mejor libro científico.
Nacida en India y residente en Londres, Wulf conocía a Humboldt por la relevancia del personaje en Alemania, donde ella se crió, y dio la casualidad de que su agente literario nació en Venezuela. "En 2002 ya me dijo que tenía que escribir sobre Humboldt", recuerda, aunque necesitó escribir otros cuatro libros antes de abordar este ingente proyecto. 
"Quiero que Humboldt sea tan conocido como Newton o Darwin porque creo que forma parte del mismo templo de las ciencias naturales que ellos", asegura. Además de su libro, ¿quizás una buena película podría ayudar a conseguirlo? "Quiero que (el actor alemán) Michael Fassbender interprete a Humboldt", pide entre risas.

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