Techos sin tejas y con jardines

08 / 08 / 2013 12:39 Lucía Rey
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Las cubiertas verdes son un ejemplo de ahorro energético y sostenibilidad.

Sobre los tejados o en el propio suelo, sobre un aparcamiento subterráneo. Las cubiertas ecológicas, también llamadas verdes, permiten dar vida y cuidar la estética de los edificios a la vez que se mira por el medio ambiente. España ya cuenta con una de las cubiertas ecológicas más importantes del mundo: la que componen los tejados de la Ciudad Financiera del Banco Santander, en Boadilla del Monte (Madrid). La misión es que, poco a poco, este tipo de techos verdes vayan implantándose en cada vez más edificios.

Asescuve, la Asociación Española de Cubiertas Verdes, es la encargada de aglutinar a todos los profesionales de este gremio. Para Isabel Castillo, su vicepresidenta, las cubiertas ajardinadas han existido desde tiempos inmemorables. Empezaron a utilizarse usando sustratos de jardín para ponerlo en las terrazas, con grandes espesores y mucho peso en la cubierta hasta que poco a poco se ha ido avanzando y depurando la técnica. “Utilizamos muchas veces plásticos reciclados, hacemos geotextiles reciclados y los utilizamos sobre las impermeabilizaciones como un elemento más de la cubierta, ponemos sustrato y vegetación y eso nos permite no solo generar unos espacios de vida y proteger flora y fauna, sino proteger las viviendas o los edificios térmica y acústicamente”, explica Castillo.

“Lo que hacen fundamentalmente estas cubiertas es proteger el medio ambiente”, afirma José Manuel Barrio, especialista en cubiertas ajardinadas de la empresa Vicom. Las ventajas que una cubierta verde puede tener frente a las convencionales son muchas. El aislamiento térmico y acústico, la protección de los elementos de impermeabilización que se utilizan en la cubierta o la propagación de la flora y la fauna son algunas de ellas. Además, debido a que son ecosistemas vivos, consiguen retener partículas de polvo y polución, de manera que también reducen los niveles de contaminación ambiental. Por último, también reducen la velocidad de escorrentía de las aguas torrenciales y esto se traduce en que ante grandes lluvias, buena parte del agua se queda retenida en la cubierta vegetal y drena poco a poco hacia los sistemas colectivos.

Proyectos importantes en España.

Para Castillo, el desarrollo de las cubiertas ecológicas está muy avanzado en otras partes de Europa, pero en España todavía hay mucho desconocimiento. “En Suiza están muy fomentadas: la normativa obliga a recuperar en el tejado el espacio natural que se ha ocupado para edificar”, explica. Cambios en la normativa, incentivos y, sobre todo, la conciencia de saber y asumir que se está creando vida, es solo parte de los que haría falta para que este mercado se impulsara con fuerza.

“En Madrid existe una de las cubiertas más importantes de Europa y quizás del mundo”, explica Barrio. La cubierta a la que se refiere es la de la Ciudad Financiera del Banco Santander. Más de 90.000 metros cuadrados y diversos tipos de recubrimientos la hacen especial. La que cubre el vertedero de Valdemingómez, también en la capital, es otro ejemplo digno de mención, ya que está en pendiente y es una de las más antiguas de Madrid.

Por último, la terminal de pasajeros del aeropuerto de Ibiza también es un buen ejemplo. Esta contaba con una cubierta metálica que no admitía mucho peso. En el momento en que se optó por una vegetal, no solo se consiguieron beneficios estéticos, sino también una reducción importante de la temperatura. “Los edificios industriales tienen un gran futuro con cubiertas vegetales”, concluye Castillo.

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