¿Acoso laboral o disputa profesional?

Ultimamente parece haber mucho “acoso laboral” también conocido con el anglicismo un tanto cursi y rimbombante de “mobbing”. Al menos eso es lo que parecen apuntar algunos datos supuestamente de estudios médicos que llegan a los medios de comunicación y también opiniones variopintas de ilustrados contertulios y pseudoexpertos en la materia.

Por lo que nos cuentan las denuncias y demandas crecen por esta causa; los partes de baja que damos los médicos contemplan cada vez con mas frecuencia este diagnostico; las tertulias televisivas y magazines informativos manejan el término con insultante promiscuidad. En fin, parece que hoy hay mucho “mobbing”, demasiado acoso laboral, diría yo.

Pero el tema es confuso y no esta exento de polémica. ¿Hay ahora mucho mas acoso en el trabajo, o es que hay excesivos diagnósticos que utilizan inadecuadamente el concepto? ¿Hay cada vez mas “mobbing”, o es que somos ahora mas intolerantes ante la adversidad y frustración vital? ¿Estamos ante una epidemia de maltrato psicológico en el trabajo, o es que a la discrepancia y disparidad de criterios las llamamos incorrectamente acoso psicológico? ¿ Hay mas hostigamiento en los trabajos y empresas o es que aguantamos cada vez menos cualquier adversidad y no queremos que nos pongan límites?

Creo que una vez mas estamos “psiquiatrizando” la vida y abusando de los conceptos técnicos y de los diagnósticos médicos para explicar la alarmante inmadurez social existente, la creciente intolerancia ante la frustración y la debilidad caracterial propia de una sociedad enferma y pasota. Nunca como ahora ha habido mas controles laborales, mas inspecciones de trabajo, mas tribunales de justicia especializados, mas sindicatos, mas abogados laboralistas, mas difusión mediática, mas técnicos en prevención de riesgos laborales, mas de todo. Por eso me cuesta mucho creer que justo cuando mas controles hay, mas acoso se produzca.

El mobbing existe, por supuesto, no tengo la mas mínima duda. Un servidor de ustedes escribió hace ya años un sencillo manual que titulé, “Mobbing o psicoterrorismo laboral”, dejando claro la gravedad de esta conducta y la capacidad de producir daño psíquico en la victima. Pero el mobbing requiere unos criterios diagnósticos estrictos que con frecuencia no se cumplen, y a pesar de ello se hace el diagnostico por complacencia o por imprudencia, no se que es peor.

El mobbing es una conducta premeditada, elaborada y preparada con malicia. El acosador quiere destruir psicológicamente a su victima, con el objetivo esencial de que esta salga de la organización o sistema laboral donde se encuentra. Para conseguirlo pone en practica toda una serie de tácticas y estrategias deliberadas, como si de un general se tratara a punto de entrar en combate. La victima llega a enfermar, a sufrir un trastorno depresivo severo, un trastorno de ansiedad grave, e incluso a padecer ideas de suicidio y en el peor de los casos, a la ejecución del mismo.