Menos banderas

15 / 11 / 2017 Nativel Preciado
  • Valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • Tu valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
¡Gracias!

Mientras Puigdemont, los suyos y los otros no paran de crear problemas, la situación se agrava sin remedio.

Al dirigente de Comisiones Obreras, Unai Sordo, le han llovido piedras por decir que este país necesita menos banderas. Para no sacar la frase de contexto, reproduzco su tuit: “Un país se vertebra por su modelo social y para tenerlo hace falta más corresponsabilidad fiscal y menos banderas”. Las pedradas proceden, naturalmente, de los que no pueden vivir sin los nacionalismos de uno y otro lado. Tal y como está la situación, comparto una por una las palabras de Sordo. Mientras Puigdemont, los suyos y los otros no paran de crear problemas, la situación general se agrava sin remedio. No hay más que echar un vistazo al mundo para darnos cuenta de que necesitamos abrir los ojos y establecer un orden de prioridades más justo. Tras la filtración de los Paradise Papers, investigados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, lo menos es exigir corresponsabilidad fiscal. Otra vez hay que denunciar que las élites económicas tienen al alcance de la mano la evasión de impuestos, mientras el resto de los ciudadanos pagan hasta el último euro que les corresponde y, a veces, alguno de más. Es desolador que la mayoría de los que ocultan sus bienes logren burlar la legalidad, o bien porque no les descubren o porque se beneficien de alguna amnistía. Y en caso de que den con ellos, como ha sucedido con los señalados en la lista de los papeles del Paraíso, quizá su actividad ilícita no alcance la categoría de delito y se quede en una mera infracción administrativa. En cualquier caso, estos avispados financieros de ámbitos tan diversos (reinas, gobernantes, artistas...) llevan muchos años disfrutando de ingentes beneficios sin coste alguno.

Los políticos de turno han prometido hasta la saciedad, siempre que la campaña electoral lo requiere, acabar con los paraísos fiscales y desarrollar medios eficaces para perseguir el fraude. No lo hacen porque no forma parte de sus urgencias. Tampoco parece estar entre sus prioridades la lucha contra el cambio climático. Véase el inefable Trump alardeando de su irresponsabilidad. Lo malo es que España se encuentra entre los “puntos críticos” del calentamiento del planeta. Ya estamos padeciendo olas de calor y con el aumento de las temperaturas máximas llega la disminución de las lluvias, el incremento del riesgo de intensas sequías, la pérdida de los cultivos, los incendios forestales y los consiguientes riesgos para la salud y el bienestar. Por si los daños no fueran concluyentes, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) calcula que los fenómenos climáticos extremos suponen, solo en este continente, unas pérdidas económicas de 400.000 millones desde 1980, sin contar con las repercusiones comerciales, los riesgos geopolíticos y de seguridad y los fenómenos migratorios. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la agenda que debe guiar la acción internacional hacia un mundo más justo en 2030, están ralentizados. España suspende, de momento, en igualdad, medioambiente e inmigración, tres de los objetivos firmados en Naciones Unidas. Eso sí, gracias a la frustrada proclamación de la República Catalana, se ha disparado la fabricación y venta de banderas.

Grupo Zeta Nexica