Huellas de gigantes

04 / 08 / 2016 Nativel Preciado
  • Valoración
  • Actualmente 5 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • Tu valoración
  • Actualmente 5 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
¡Gracias!

El éxito rápido es una tontería que se desvanece y no deja la menor huella.

Mientras leía el libro más reciente de la aventurera viguesa Chus Lago, Sobre huellas de gigantes, recordaba algunas frases de la emocionante entrevista que Iñaki Gabilondo le hizo a Jesús Calleja sobre el sentido de su vida y los motivos que le llevaron a aceptar el primer reto y a enfrentarse a tantos desafíos extremos. La mayoría de los mortales somos incapaces de entender qué mueve a estas personas, tan alejadas de la mediocridad y la rutina, a superar el límite de lo imposible, sin embargo, nos apasiona que esos pocos seres únicos, excepcionales, diferentes, nos cuenten cómo se enfrentaron a las fuerzas de la naturaleza y fueron capaces de vencerlas. Por eso resulta apasionante la lectura de este libro en cuyo prólogo Rosa Montero describe lo embobada y hechizada que le ha dejado la capacidad de Chus Lago para contar sus hazañas de una manera sencilla, poderosa, original y poética. Doble mérito: vivirlo y saber comunicarlo. Doy por hecho que todos conocen las aventuras de Chus Lago, la tercera alpinista del mundo que logró subir al Everest sin oxígeno y la primera española en llegar al Polo Sur en solitario.

Durante esta última expedición, 59 días por los 1.200 kilómetros de la Antártida, tuvo que desarrollar una férrea disciplina para soportar
50 grados bajo cero a través del desierto polar, con las lágrimas congeladas y dolores por todo su cuerpo, hambre por la escasez de comida y el agotamiento que le impedía arrastrar los 113 kilos del trineo.

Se había entrenado durante tres años para resistir el mayor desafío de su vida. Es cierto que, a veces, el mundo resulta increíblemente pequeño y otras adquiere una dimensión casi infinita.

Cuenta con una precisión escalofriante cómo atravesó el mayor de los desiertos helados sin un ápice de vida animal o vegetal, acompañada de ventiscas, nieblas densas y persistentes, cielo cubierto con nubes que ocultaban el sol y borraban las sombras durante semanas enteras. Solo tuvo siete días de calma atmosférica. Al borde de la extenuación, después del último esfuerzo agónico, cuando logra superar una prueba más grande que su propia vida, cuenta que todo se olvida y solo queda la satisfacción de haber visto realizado un sueño, una utopía, lo más valioso que se puede poseer.

Les aseguro que merece la pena recrearse en las páginas de este libro, porque transmite sabiduría. Las conclusiones son muy sencillas y la propia autora se ha encargado de sintetizarlas. El éxito rápido es una tontería que se desvanece y no deja la menor huella. Lo que verdaderamente merece la pena es lo que se gana a pulso y se trabaja día a día.

No importa las veces que fracases ni los años que tardes en intentar alcanzar un objetivo, lo importante es que con paciencia y voluntad, al final, lo consigas. 

Grupo Zeta Nexica