Haz lo que temas

10 / 11 / 2016 Nativel Preciado
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"Un buen método de superación es imponerse retos llenos de dificultades".

Nadie diría que Marta Robles, periodista sobradamente conocida, tuviera un grave problema de inseguridad y, menos aún, que contase su experiencia en Haz lo que temas (Planeta), un libro de enorme utilidad para cualquiera que comparta sus temores. La falta de confianza en nuestras propias capacidades es un mal que nos afecta a casi todos en algún momento de la vida, lo sorprendente es que una persona como Marta, con una sólida carrera profesional, premiada como periodista y escritora, con un físico espectacular, confiese sin prejuicios la historia de sus miedos. No es extraño que advierta en el prólogo “tengo que jurar sobre la Biblia que soy insegura para que me crean. De joven era desgarbada y patosa”.

Aparenta ser todo lo contrario, una mujer arrolladora que provoca sentimientos equívocos, desde la admiración a la envidia y el rechazo. La idea del libro surgió de una conferencia sobre liderazgo y superación que dio en un foro de mujeres, donde contó en primera persona los motivos de su inseguridad y lo mucho que le habían hecho sufrir. La sobreprotección durante su infancia por parte de su madre para contrarrestar el rechazo que sintió por parte de su padre, hicieron de ella una adolescente vulnerable con muy poca autoestima. Según la psicóloga que completa en el libro los testimonios y reflexiones de la autora, Paula Martín Bustamante, habría que distinguir entre inseguridad funcional, cuyo objetivo es mantenernos alerta frente a peligros o riesgos, y una inseguridad excesiva, que nos hace frágiles y nos lleva a vivir en constante autocrítica, imposibilitándonos para la toma de decisiones. Las causas de la inseguridad pueden ser innumerables, pero hay dos fundamentales: la falta o el exceso de protección. “Yo viví ambas –cuenta la autora– pero sin duda, la mía proviene de la ausencia de protección por parte de mi padre”. Sus envidiadas piernas largas, que en su adolescencia fueron motivo de inseguridad, ahora se han convertido en un obstáculo. Si nos presentan a alguien con un físico rotundo y una voz grave suponemos que se trata de una persona con carácter y segura de sí misma.

La culpa es de un estereotipo muy extendido, según el cual, las rubias de piernas largas no pueden ser inteligentes. La autora ha arrastrado siempre esa clase de miedos que a estas alturas empieza a dominar, aunque ella insiste en que su aparente seguridad es impostada. El método de superación más recomendado es imponerse retos llenos de dificultades. Cuenta desde un ejemplo anecdótico, como añadir a su considerable estatura unos zapatos de tacón de diez centímetros cada vez que iba a una entrevista de trabajo; a otros mucho más complejos, como superar el miedo a la noche, atravesando espacios solitarios y oscuros. Tomemos nota: atreverse a hacer lo que temes es empezar a vivir.

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