Catarsis

24 / 11 / 2016 Nativel Preciado
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Da miedo echar un vistazo a Europa y comprobar la amenaza ultranacionalista.

 

Cuando dicen que Donald Trump no va a cumplir ni la mitad de lo que prometió y que no podrá hacer lo que le dé la gana, no sé si alegrarme o angustiarme. Argumentan que el inquilino de la Casa Blanca es menos poderoso de lo que parece porque está mediatizado por los que realmente mandan en el mundo, a saber, las élites económicas y los grandes grupos empresariales. Los “amos de la humanidad”, en la vieja expresión de Adam Smith, ningunean la democracia y consideran que los ciudadanos pintan muy poco en las decisiones políticas. Intranquilizan aún más porque los poderes en la sombra están menos fiscalizados que el presidente de los Estados Unidos. El descontrol da miedo si pensamos, por ejemplo, en los intereses armamentistas, el peligro de una guerra nuclear o la destrucción medioambiental. Oigo y leo, con una frecuencia alarmante, que la democracia se está devaluando, mientras las élites se hacen cada vez más poderosas. Es el tema del último libro de Noam Chomsky, ¿Quién domina el mundo?, y aunque muchos no den al autor el crédito que merece, el texto es demoledor. Chomsky no es el único, insisto, que alerta sobre la exclusión del sistema político de los ciudadanos con menos ingresos. La clase media ha sido muy vapuleada en esta crisis y por eso reacciona contra los candidatos que representan el establishment, como Hillary Clinton o cualquiera de los políticos tradicionales de los países más democráticos que se han ido turnando en el poder. El mundo está cada vez más caótico y no lo digo solo por el creciente declive europeo. Da miedo echar un vistazo al Viejo Continente y comprobar la amenaza ultranacionalista, racista, xenófoba y misógina, en la línea del antisemita Stephen Bannon, que se cierne sobre nuestras cabezas. La próxima victoria democrática puede ser para el Frente Nacional de Marine Le Pen, nada menos que en Francia, el país de la igualdad, libertad y fraternidad. Ya no es un solo fantasma el que recorre Europa sino una legión fantasmagórica disfrazada de Alianza para Alemania (AfD), el movimiento xenófobo Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida), el UKIP del Reino Unido, los Demócratas Suecos, Los Finlandeses, el Partido Popular Danés, el de la Libertad holandés, el movimiento por una Hungría Mejor, la Liga Norte en Italia o el griego Amanecer Dorado. El tal Bannon, al que Trump acaba de nombrar su consejero estratégico, dirige el portal de noticias Breitbar, donde aparecen titulares como el siguiente: “¿Preferirías que tu hijo tuviese cáncer a que fuera feminista?”. Un asco. La única esperanza contra la apatía de los votantes es la enorme movilización que se está produciendo en EEUU por parte de las organizaciones antirracistas y proderechos humanos. Ojalá su onda expansiva llegue hasta nosotros y sirva para frenar a los peligrosos supremacistas blancos. 

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