Un cargado calendario de junio, con fin de fiesta incluido...

Se abre el mes de junio con la segura aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, gracias al apoyo definitivo del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y al de Nueva Canarias (mayoría de 176 votos); continuarán los movimientos en la judicatura y en la Fiscalía para ordenar las fuerzas de cara a los juicios por corrupción que se le vienen encima al PP, con gran actividad del ministro de Justicia, Rafael Catalá, el fiscal general del Estado y el fiscal Anticorrupción, mientras es posible que vuelvan a sorprendernos la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) de la Comisaría General judicial o la UCO (Unidad Central Operativa) de la Guardia Civil, con nuevos casos de corrupción. O, con nuevas sorpresas derivadas de la operación Lezo, probablemente uno de los escándalos económicos más importantes de los últimos años y que es posible que siga estallando por fases, en lo que este cronista ha descrito en su momento como “caso bomba racimo”.

Dentro de este panorama, poco a poco, Pedro Sánchez, que quiere recuperar el protagonismo de la oposición, aunque no tenga puesto ni en el Congreso ni en el Senado, intentará hacerse, de nuevo, con el control del partido, volviendo a cohesionar al grupo parlamentario que, provisionalmente, será coordinado como portavoz, por José Luis Ábalos hasta el congreso del partido, el 17 y 18 de junio. De cara a ese Congreso, poco ha quedado de la ponencia elaborada por Eduardo Madina, desconcertado con lo que ha pasado, abandonado en su momento por Susana Díaz y derrotado el 22 de mayo como miembro destacado del equipo de la andaluza, frente a Sánchez.

Las enmiendas a la ponencia de la gestora que irá al congreso, están recogidas en 72 folios que tienen muy poco que ver con el trabajo que hizo Madina. Aparte de una reforma constitucional para hacer frente al desafío territorial, los nuevos contenidos de las enmiendas están dirigidos a elaborar “una redefinición del socialismo español” partiendo de los principios socialdemócratas, pero renovados. Se habla de elaborar una alternativa de cara a la transición económica digital que implica la globalización con el objetivo fundamental de conseguir que los ciudadanos tengan un trabajo y un salario decente, empezando por los jóvenes. A lo que se añaden propuestas para detener el cambio climático, dar respuesta a las migraciones masivas desde África o favorecer la coordinación internacional contra el terrorismo yihadista.

Las enmiendas insisten en una clara apuesta municipalista, proponer que los derechos sociales se recojan en la Constitución para readaptarse al Estado de bienestar, atender “la suficiencia económica mínima de cada ciudadano”, tendiendo a conseguir una renta básica universal, fomentar el feminismo con medidas como una Ley de Igualdad Laboral de las mujeres o adoptar iniciativas a favor de una sociedad laica, como denunciar los acuerdos con la Santa Sede.

Se insiste, sobre todo, en la derogación de la reforma laboral, en alcanzar una “alianza fuerte” con los sindicatos que suponga estudiar medidas para ayudar al 50% de los trabajadores no organizados como los autónomos o los becarios, o proponer que el salario mínimo interprofesional, sea de 1.000 euros y la jornada laboral tenga 35 horas antes del 2020. Se mantienen las propuestas novedosas para que el militante “no sea un ente pasivo” y se le consulte en referéndum interno siempre que se acuerde una alianza electoral tras unas elecciones. Además, todos los cargos públicos y orgánicos deberán darles explicaciones de su labor al menos una vez al año. Ninguna persona podrá tener más de un cargo público o uno orgánico salvo en excepciones.

Toda la ponencia va dirigida a poner en marcha un PSOE nuevo, de izquierda, que conecte con la sociedad actual, sobre todo con los jóvenes, y que sea capaz de recuperar el voto perdido. Para eso se establecerán pactos con los sindicatos y con fuerzas de la izquierda, sin que eso suponga ningún tipo de sumisión a Podemos, convencidos como están, de que lo único que quiere el partido de Iglesias, es el sorpasso, no la colaboración en nada.

Se ha visto ahora con la presentación de la moción de censura de Podemos contra Rajoy que será debatida el próximo 13 de junio y que parece más una moción de censura contra el PSOE que contra el PP. No esperaron siquiera el resultado de las primarias, montaron la manifestación popular de apoyo, la víspera de las primarias y ahora, acaban de rechazar la propuesta de Compromís de no presentarla en estos momentos, ya que no se cuenta con los apoyos suficientes y esperar a que el nuevo PSOE se haya estabilizado. Pues no. Dicen que no pueden esperar.

Y es que… para hacer el ridículo, cuanto antes mejor. La moción de censura de Felipe González contra Suárez no salió pero fue un éxito de González porque la opinión pública comenzó a conocerle y a saber lo que quería. La moción de censura de Antonio Hernández Mancha contra González, fue el ridículo, lo peor que puede hacerse en política. Y es en lo que va a convertirse Iglesias: en un nuevo Hernández Mancha, al que ni siquiera le va a contestar Rajoy. Puede ser un duelo a muerte entre Pablo Iglesias y Rafael Hernando, portavoz parlamentario popular. ¡Una charlotada! Con suerte le contestará la vicepresidenta Santamaría.

Es decir, un calendario de junio cargado, lleno de sorpresas y, a la espera de que el presidente del Gobierno preste declaración como testigo en la primera parte del sumario de la Gürtel… Un calendario con fin de fiesta incluido.