A Rato no le han servido de nada 30 años de yoga
24 / 04 / 2015 José Oneto
Según el maestro de yoga del exvicepresidente, esta disciplina pretende evitar los excesos, desarrollar la compasión y evitar la obsesión por el triunfo
“Krishnamurti dijo que los políticos no son gente de fiar. Y tenía razón, no lo son. Yo casi preferiría no darles ni la mano, no sea que se me lleven un dedo. Y el anacoreta Baba Shivananda dice: ‘Políticos, caca de vaca”. Quien dice eso es, o debe ser, amigo de Rodrigo Rato. Se llama Ramiro Calle, ha sido durante más de 30 años su profesor de yoga y debe de conocerle muy bien, cuando le ha recomendado no solo la práctica diaria del yoga físico, sino, sobre todo, la meditación. Dicen los que le conocen que gracias a todo lo que le ha enseñado Ramiro Calle, Rodrigo Rato ha podido hacer frente a todas las calamidades que se le han venido encima desde que el Partido Popular perdió las elecciones en 2004 y decidió marcharse a Washington, con el apoyo del PSOE, como director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). La última, la semana pasada, ha ocupado la primera página no solo de los medios nacionales, sino de los de medio mundo. Y, la verdad, es que no es para menos.
