Miss Mundo compite con Helen Figo

02 / 02 / 2016 Jesús Mariñas
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Mireia Lalaguna, una guapa estudiante de Farmacia, ha sido la primera española en ganar el título de miss Mundo. Ahora su trabajo consiste en viajar y recaudar fondos para buenas causas con el lema “Belleza con propósito”.

Desencantada por ningunearla los líderes madrileños que, entregados a la pelea por el sillón, no le hicieron ningún caso. A miss Mundo no le hicieron caso ni agasajo postinero en Chicote, pese a ser la primera española con ese título. Toda una pica en Flandes para un certamen con ya sesenta años exaltando no solo la belleza, sino premiando buen comportamiento. Además de hermosas deben ser humanitarias y entregarse al prójimo sin sobrepasarse. Y eso no abunda. Las eligen samaritanas. Mireia Lalaguna, de 23 años y en último curso de Farmacia, encantó en el Caribe, donde priva su belleza rubia de grandes, profundos y expresivos ojos azules remarcados por larga melena al uso y abuso. Usan la cara bonita para girar recaudando ayudas al Tercer Mundo. Es el objetivo.

El mal sabor madrileño lo endulzó su natal Barcelona, de altísimas temperaturas a todos los niveles y con Jeremy Irons debutando en el Liceo recitando a Goethe. Lo que Madrid menospreció ensalzó la Barcelona que busca proyección mundial por si no fuesen pocos los 17 millones de turistas que tuvo el año pasado.

Ningún caso. Ignorada por las altas esferas gubernamentales ajenas a menudencias, la guapa paseó palmito de 1,78 y 89-62-93 por el representativo Patio de los Naranjos, donde hasta habló en catalán con el nuevo president, más receptivo que sus colegas. Gozó de la primera audiencia internacional del nuevo titular de la Generalitat. Ella tomó el inexplicable desaire como gajes del oficio demostrando más entendimiento que resignación, gesto obligado para ostentar la corona de más guapa del mundo, tan opuesta a las exigencias para miss Universo. Con ella recordé cómo quedó segunda Tita Cervera. Amparo Muñoz logró ser miss Universo en 1974 y renunció a los cuatro meses “porque me exigían cosas que no admití”. Nunca se arrepintió y muchas veces me reveló alguna propuesta inaceptable, incluso a nivel sexual. Luego se casó con Patxi Andión que, muy aburrido, le duró lo que la corona. Acabó mal porque era demasiado buena y reunía cualidades encomiables tal esta miss Mundo.

“Soy catalana pero no apoyo la independencia aunque entiendo a quienes la defienden. Respeto mucho a los demás, pero creo que ese paso corresponde a los políticos. Son ellos, siguiendo la democracia, los encargados de poner orden en todo”. “Pues ya ve cómo andan, a la greña y reinventando la verbena de la Paloma. No hay acuerdos, ganas ni entendimiento”, le contesté.

Esquiva ahondar en problema tan preocupante. Hace un quite torero aunque no se considera aficionada. “Exijo trasparencia en los políticos y en los hombres que me pretenden. No tengo novio y lo veo imposible, porque me espera un año trepidante: empiezo a primeros de febrero en Miami y concluiré en Sudáfrica por noviembre propagando el lema de ‘Belleza con propósito’. Busco recaudar más ayuda para el fondo Nelson Mandela, el Variety Club Internacional o Children’s Charity. Se han conseguido cientos de millones de dólares para que coman. Por eso organizamos funciones especiales para que me vean y recaudar con entradas, sorteos, tómbolas y donaciones. Miss Mundo es la única organización con el doble objetivo de ‘Belleza con propósito”.

“La han emparejado con el barcelonista Neymar. Aseguran que hay algo entre ustedes”, inquiero. “Solo una buena amistad, no pasa de ahí. Hemos salido algunas veces y nos presentaron amigos comunes porque soy culé. Es una gran persona y también muy preocupado por los temas sociales. Podría ser porque no tengo un ideal físico. Y él es un encanto. Ahora mi título puede asustar a los hombres”.

Famoseo de antaño. “¿Prototipos de moda y estilo?”. “Me gusta la elegancia de Letizia y su habilidad para combinar prendas low cost con trajes de alta costura”. Eso hace también, y aquí yo doy el capotazo, Bibiana Fernández, que viste un Balmain o modelos de Zara para sus múltiples cambios en El amor está en el aire. Enardeció en dúo con el guaperas Manuel Bandera. Su reaparición teatral concentró famoseo y hasta reunión de las antaño singulares chicas Almodóvar. Fueron apoyo aplaudidor y estímulo en platea encabezada por Pedro Almodóvar, que hasta posó mudo jugando con enorme bufandón verde. Anda inquieto con su próximo estreno y los repetidos palos a sus últimas películas, nada que ver con el desgarro casi neorrealista de ¿Qué hecho yo para merecer esto? o Entre tinieblas. Son de sus mejores títulos, siempre costumbristas.

Rossy de Palma y su hija, recién llegada de Los Ángeles, colaboraron en la gala estrenista, donde se vio a la increíblemente casi cincuentona Juncal Rivero, que tiene las mejores piernas del reino que algunos hacen tambalear. Ante la complicidad público-escenario Carmen Lomana aireó visones clásicos. Fue jaleado impacto estrenista. Mientras, los premios Feroz homenajearon a la gran Rosa María Sardá, del brazo de su hermano Xavier. Silvia Abril lució azules como Bárbara Lennie y Elena Ballester ante una Celia Freijeiro recamada en gasas plata. Penélope, que está de oferta, se realzó con encajes negros de Ungaro sobre enormes plataformas. Pero volvió a quedar sin premio, desbancada por Blanca Suárez. Imma Cuesta salió mejor actriz por La novia, que aspira a doce Goyas, ya al caer. El coruñés Mario Casas fue mejor actor, aplaudido por Irene Escolar, una casi de sport Leticia Dolera y Hugo Silva. Loles León anticipó peli en Hollywood. “Por eso, mi delgadez”, justificó innecesariamente sin tener que hacerlo porque le sobraba peso. Lo hizo ante Emiliano Suárez, muy criticado por cómo se ha portado con Cecilia Gómez, a la que supuestamente dejó por Vicky Martín-Berrocal, que enseguida me lo desmintió durante el 40 cumpleaños de Eugenia Silva, donde se emparejó a Miguel Abellán de más atractivo y fama que los otros en su afán paseante. Luis Medina, ahora engafado, también las exhibe.

De esos lances hablaron, entre otras, Vicky, revestida en blanco como Marta Ortega. Impactó porque “la más rica de Europa” debutaba en estos saraos sociales. Llegó sola, con moño alto y pasando de photocall, firme en la modestia aprendida del multimillonario coruñés siempre fiel a la camisa arremangada. Rehuye fastos y ostentación, observó el rizado Abellán viendo cómo Israel Bayón desde lejos seguía su entendimiento. Vicky y él rieron ante Enrique Ponce que, en terciopelo, excusó que “Paloma se quedó con las niñas”. Luis Galluisi, en deportivas plateadas, dejó Nueva York para estar con Eugenia, amiga fraternal a la que siempre decora como la eterna Marisa de Borbón, semisuegra de Eugenia, con sus ojos verdes sin brillo de faca. Irradia bondad, ironía galaica y estilazo receñida en negra túnica negra salpicada de motas de terciopelo. A su lado, con joyas isabelinas, la emocionada mamá María Eugenia Hernández-Mancha con su barbudo marido, padres de la provocadora cumple décadas. Trajes largos y esmóquines, Javier Hidalgo lo llevó gris de rasadas solapas. Vieron el desconsuelo de Nuria March, que rompe matrimonio como ya le pasó con Jaime Martínez-Bordiú, al que se le llevó los valiosos cuadros y hasta el papel higiénico.

Noche alabada hasta el alba avanzada con tarta de dos pisos bordeada en rosas naturales, donde Eugenia pasó del traje azul noche casi de hada en fruncidos tules Josep Font a un Alvarno más ligero que realzó diamantífero collarón serpiente de Bulgari, patrocinador del happy- anniversary. Engalanados sorprendieron Gelete y Fonsi Nieto. Sobresaliente le dieron a Tita Muñoz, la íntima de Preysler, que confirmó que cada día está mejor con Mario, junto a Cary Lapique en chaqueta envisonada.

Premios de cosmética. Y si miss Mundo cautivó en su fugaz paseo madrileño, Helen Svedin, la esposa de Figo, lo hizo en los premios de cosmética que reconoce lo más favorable a la belleza. Ahí lo mismo resucitó María Eugenia Fernández de Castro que fue nuera preferida de Cayetana y me contó su viaje a la India durante un mes. “Era incansable y se interesó por todo”. Vive manteniendo en Comillas unas antiquités donde vende rarezas. La acompañó su hija Brianda, nada convencional y ya icónica en estilazo haciendo de DJ. “A Cayetana le encantaba esa profesión”, reveló mientras Helen Svedin asombró con su imponente presencia. De coleta, bajo gasa salpicada de pedrería y cintura increíble para sus tres hijos –el mayor ya con 17 años– causó sensación:

“Me mantengo porque hago equitación y hasta concurso en pruebas hípicas”, aclaró ante María José Besora, una miss España ahora viviendo en Arabia Saudí con un piloto de sus líneas. “Cuando veas un avión negro y dorado, ahí va él”, orientó ya con una niña de 5 años. Ana Fernández puso empeño en desmentir que salga con Adrián Roma al año justo de perder trágicamente al cámara Santi Trancho. Insistió pero nadie la creyó, como tampoco a Melissa Jiménez cuando habló de su posible boda con Marc Bartra.

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