Vestidas para el frío

14 / 12 / 2017 Irene Portero

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Con estos fríos es que no se puede salir y las únicas que lucen son las verdaderamente grandes. Me paso por el Casino de Madrid para los premios Harper’s Bazaar, que reconocen a las siete personalidades más influyentes de la cosa del asunto del temita, ¿no? Bien, pues ahí tienen a Judith Mascó, de negro zaíno, directamente importada del Ártico, aterida la pobre. De negro también, y me imagino que con camiseta de felpa por dentro, Mónica Cruz. Helen Swedin (otra de negro) arriesgándose a una pulmonía, pero ya mucho más elegante. Blanca Suárez, guapísima y floripondiera en cuanto se quitó el abrigo de cazar osos.

El joven diseñador cordobés Palomo Spain, que se ha puesto de moda y que ya tenemos todos claro –ricura– que no es ningún travesti. Rossy de Palma, corramos un tupido velo, porque ponerse esa chaqueta con esa falda y esas medias y esos botines, ¡todo a la vez!, es algo que merece un 155 como la copa de un pino. Impresionante, pero impresionante, Eugenia Silva: comprenderán que esa foto que ven se hizo después de que la chica se quitase el anorak y el forro polar, porque si no le da un paraflús que se nos queda en el sitio como un chupitel. Y luego, claro, la gran estrella: Richard Gere, que se presentó con una camisa blanca, un pantalón negro y una cazadora de abrigo; es decir, como si fuera al Mercadona, pero es que él es Richard Gere y los demás no, ¿comprenden lo que les quiero decir? Apareció para ofuscar a las pendentíferas, que diría Mariñas, porque sale con Alejandra Silva, que tenía que ir. Y porque él lo vale.

Hannibal, 30 años

La fiestaza de los 30 años de la firma Hannibal Laguna (que en realidad se llama Aníbal Angulo, tiene 50 añitos y es de Caracas) fue lo que se llama un espectáculo cinematográfico. Eeesa Juncal Rivero homenajeando a Audrey Hepburn. Eeesa Vanessa Romero rindiendo tributo a los vestuarios de Fellini. Eeesa Ivonne Reyes directamente importada de Juego de Tronos. Eeesa Ana Obregón vestida para el casting de La bella durmiente de Disney, cuando aquellas hadas canijas discutían que si el vestido tenía que ser rosa, que si azul. Y Marta Sánchez, que ya se pone lo que le da la gana y hace muy bien porque ella puede.

Otro cumple con fiesta de postín fue el centenario de la revista Forbes, gracias a la cual nos enteramos de que ninguna estamos entre las más ricas. Ahí tienen a Cruz Sánchez de Lara, elegante sin pasarse, acompañada de un amigo. Raquel Sánchez Silva y Matías Dumont no se casaban: puede parecerlo pero no. Y de pronto apareció Emilio Butragueño, que en paz descanse. A ver, está vivo, pero con esas trazas y esa cara de acelga, ¿para qué vas, hijo?