Secretos de belleza

12 / 10 / 2017 Irene Portero

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Desde los tiempos de los faraones (Ramsés II, Tutankamón, Lola Flores, ya saben), el maquillaje sirve para dos cosas. Primera: realzar la belleza de quien ya es mona de por sí. Ejemplos, Nefertiti y Hiba Abouk. Segunda: conseguir que se atrevan a salir a la calle algunas y algunos que, con la cara lavada, probablemente asustarían a los niños. Ejemplos, Madonna y Mario Vaquerizo. Así que a mí me parece de lo más humanitario que Rossy de Palma y su hija Luna hayan presentado una nueva línea de maquillaje para Mac. En el fiestazo había famosos que no necesitan maquillaje, otros que tampoco pero que les gusta y otros más que mejor me callo porque ya tengo bastante gente que me odia. Pepón Nieto, por ejemplo, es un tío fantástico que está en esta vida para ser feliz y que se maquilla solo cuando actúa. La propia Rossy se presentó vestida como de asiria y con más pintura en la cara que La rendición de Breda, como es lógico y comprensible. Bibiana Fernández, un ejemplo de cómo se puede llevar la edad con toda dignidad, como Audrey Hepburn, pongo por caso. Rosario, que lleva toda la vida yendo a su bola y muy bien que hace. Y luego, claro, Vaquerizo, de Alaska castísimo esposo, que llegó a la fiesta vestido de tal modo que le habrían hecho fotos hasta los del National Geographic Wild. Que era lo que él buscaba.

El Festival de San Sebastián concluyó de la mejor manera posible. Emocionaba ver por allí a John Malkovich repartiendo premios. A Glenn Close, a su hija Annie Starke (imponente), a Björn Runge y a Christian Slater, que, hoy que soy celebrity ya puedo desvelarlo, fue una de mis fantasías secretas desde El nombre de la rosa. También estaban Miguel Ángel Muñoz, que sigue muy guapo para su edad (no le ayudaba el disfraz de yigoloso, pero percha sigue teniendo), y Macarena Gómez, preciosa vestida de Cenicienta cuando llega a la fiesta, no cuando se va. Y desde luego Najwa Nimri, que da gloria ver a esta mujer, no en vano es cuñada de mi amiga Ale. La Concha de Oro se la llevó James Franco. Que estuvo magnífico. Así que bien, bien.

María Patiño celebró su cumpleaños (mes y medio después de la fecha) en la más estricta intimidad, lo cual quiere decir que se ha enterado todo el mundo. Reconoce 46 años: ¿Ven? Eso es lo que Donald Trump llama posverdad: uno puede creerlo o no porque, en realidad, da lo mismo. Al local de su novio, Ricardo Rodríguez, acudió buena parte del zoo de Sálvame:Antonio Montero, descacharrado de un brazo y con vegetales en el otro; ese ejemplo de elegancia en el vestir y en el posar que es Lydia Lozano, y Terelu, cómo se lo iba a perder. Hubo más gente pero miren: mejor me voy a callar.