Las guerras sin fin de Siria
26 / 10 / 2015 Alfonso S. Palomares
Desde hace cinco años el país vive un conflicto donde combaten el Ejército de Al Assad, el Estado Islámico, grupos salafistas, milicias iraníes y libanesas... El último actor es Rusia, que defiende sus intereses estratégicos en la región
Rescate de víctimas en la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, tras un bombardeo del ejército de Al Assad.
Vayan al diccionario y reúnan todas las palabras que definen y describen los mapas de la barbarie, aplíquenlas a las guerras de Siria y se quedarán cortos porque faltan palabras para contarlas. Desde hace casi cinco años, Siria es un amasijo de muertes provocadas por cuchillos y bombardeos, gases mostaza y disparos de todas las armas que disparan, desde cañones a pistolas.
No hablo de guerra, he escrito guerras porque en la geografía siria conviven varias guerras a la vez, terribles todas. Estas son las cifras aproximadas del balance de la crueldad: los muertos superan los 300.000, aunque no se sabe con precisión porque a muchos los entierran sin contarlos, cuatro millones de sirios han huido del país y la mayoría peregrinan en dolorosas caravanas por Jordania, Líbano, Turquía... y empujados por la desesperación se lanzan al Mediterráneo para alcanzar la orilla europea donde piensan que les espera el paraíso. Los resultados de esta osadía desesperada los vemos a diario, muchos de ellos naufragan con un altísimo número de ahogados. Tenemos testimonios que han roto el corazón de la opinión pública y sin embargo nadie se decide a dar un paso comprometido para ponerle fin a la guerra. En el interior del país, hay entre ocho y diez millones de desplazados de sus hogares. Falta de todo, lo único que sobra son armas y munición. El régimen de Bachar al Assad solo controla un 25% del territorio. En el 75% restante el Estado Islámico (EI) tiene el control de un territorio que ocupa más que el del régimen, pero con menos habitantes. También hay zonas donde la guerra se enciende cada mañana y no descansa por la noche: las del yihadista Frente Al Nushra y los salafistas de Ahrar Al-Sam, que operan juntos en el llamado Frente Victoria, que busca tender una tenaza sobre Latakia y arrebatársela al Gobierno. Otra zona está dominada por El Ejército Sirio Libre, que al principio lideraba la resistencia y el levantamiento contra Al Assad, pero ha ido perdiendo fuerza y combatientes, muchos de los cuales se fueron con otros grupúsculos guerreros.
