Lady Di, los misterios que no encajan

29 / 08 / 2017 Fernando Rueda
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Veinte años después del accidente que acabó con la vida de la princesa, los enigmas que rodean el suceso siguen alimentando las teorías conspiratorias.

El 31 de agosto se cumplen 20 años del fallecimiento de Lady Di. Una de las princesas más queridas de la historia perdía la vida esa noche en París en un accidente de coche cuando viajaba en compañía de su novio, Dodi Al Fayed, intentando escapar de la persecución de los paparazzi. Se había separado del príncipe Carlos, heredero de la Corona inglesa, y se dedicaba a apoyar causas como la prohibición de las minas antipersona, despertando el odio de muchos poderosos. ¿Hubo una conspiración detrás de su muerte? Las investigaciones oficiales lo niegan, pero hay muchos misterios que ponen en cuestión esa versión. 

La princesa anunció cómo pensaba matarla el príncipe Carlos

“Esta es la fase más peligrosa de mi vida. Mi marido planea un accidente de automóvil, un fallo de los frenos o heridas craneales, porque así tendría vía libre para casarse”. La princesa escribió estas palabras en una carta enviada a Paul Burrel, su mayordomo y hombre de confianza, meses antes de perder la vida precisamente en un accidente de automóvil. Su amigo la difundió tras su fallecimiento y el padre de su novio, Mohamed al Fayed, dueño entonces de los prestigiosos almacenes Harrods, la aprovechó para sustentar su guerra contra la monarquía inglesa, a la que no ha dejado de responsabilizar de la muerte de su hijo y su novia. 

El odio de la familia real británica

El príncipe Carlos empezó a engañar a Lady Di con Camila Parker Bowles incluso antes de que se casaran, a pesar de lo cual la reina Isabel II nunca quiso que se separaran. Cuando finalmente lo hicieron, tuvo que soportar que su exnuera fuera admirada por el pueblo británico y por la opinión pública  mundial muy por encima de lo que lo había sido cualquier otro personaje de la monarquía inglesa. Acabar con esta influencia fue un objetivo que algunos achacan al duque de Edimburgo, consorte de Isabel II, que habría utilizado al servicio secreto inglés para intentar acabar con esa excesiva fama. 

Espionaje sobre sus actividades

Documentos conocidos de la red de espionaje por satélite Échelon, de la que forman parte cinco países anglosajones, entre ellos el Reino Unido y Estados Unidos, prueban que existió espionaje sobre la princesa. Acumularon 1.056 páginas sobre su vida privada después del divorcio. La mayor parte son conversaciones telefónicas que mantuvo con su amiga Lucía Flecha de Lima, esposa del embajador de Brasil en Estados Unidos, en las que criticaba al príncipe Carlos y al resto de la familia real británica. La última de las interceptaciones tuvo lugar cuando Lady Di navegaba con Dodi al Fayed a bordo de un barco en aguas francesas, en la que hablaron de viajar al día siguiente a París. Prueba que permite constatar que los servicios secretos estaban enterados con antelación del lugar donde se encontraría la pareja, lo que respalda la teoría de una conspiración. 

Deseos de boda y embarazo

La preocupación de la casa real británica creció considerablemente ante la posibilidad de que Diana y Dodi contrajeran matrimonio, lo que podría llevar a que los hijos que la princesa compartía con Carlos y que estaban llamados a ser los futuros reyes tuvieran hermanos musulmanes, algo incomprensible en la mentalidad de una conservadora familia real. Además, Dodi era hijo de Mohamed al Fayed, uno de los árabes más influyentes del Reino Unido, a quien la reina Isabel no podía ni ver. Para colmo, se comentó que Diana estaba embarazada, no de Dodi, sino de su anterior relación, el cirujano musulmán Hasnat Khan, algo que, de ser cierto,  habría dado una pésima imagen para la monarquía que no se podía permitir.

Fue embalsamada para borrar pruebas

Las primeras horas tras el accidente de coche en el túnel del puente parisino de Alma, fueron un absoluto caos. Los que intervinieron adoptaron las decisiones que creyeron más convenientes, aunque en algunos casos nadie se las explica. El momento clave tuvo lugar tras la certificación de la muerte. Según los abogados del magnate Al Fayed, la patóloga Dominique Lecomte tomó la decisión de embalsamar el cuerpo de la princesa la misma noche del accidente, con lo cual contaminó las posibles pruebas que podrían facilitar una posterior investigación. Y añaden que con su acción borró los indicios del embarazo.

La culpa del accidente fue del conductor ebrio

La pareja de novios abandonó de noche el hotel Ritz, del que era propietario Mohamed al Fayed, perseguida por una legión de fotógrafos en moto. Para despistarlos, el conductor, Henri Paul, conducía a gran velocidad, algo incompatible con el exceso de alcohol que los análisis posteriores detectaron en su sangre. La “conducción extremadamente negligente” fue la causa principal del accidente, según las investigaciones oficiales realizadas tanto en Francia como en Gran Bretaña. Los padres de Henri Paul se negaron a creerlo e impulsaron una investigación sobre la autenticidad de la prueba de sangre, que concluyó que la muestra no había sido manipulada. En los meses anteriores, el Mossad, el servicio de inteligencia israelí, había intentado captar a Henri Paul para que informara sobre las actividades de los potentados árabes que visitaban el hotel Ritz en París.

Un fallo provocado en los frenos

Guennady Sokolov, un investigador ruso, publicó un libro en el que aportaba su visión técnica sobre lo que pudo pasar, inspirada por fuentes del espionaje soviético: agentes de inteligencia británicos habrían desconectado el sistema de frenos del vehículo, utilizando una sofisticada técnica solo al alcance de los más poderosos servicios de inteligencia. Nunca se pudo demostrar.

¿Asesinada por un soldado británico?

Muchas han sido las teorías de la conspiración aparecidas en los últimos 20 años. Una de ellas, la que adquirió más tintes de realidad, se conoció poco antes del 16 aniversario de la muerte de la princesa. Se celebraba un juicio contra un tirador de la SAS, una unidad de élite británica, por posesión ilegal de armas. Allí declaró un joven, el “soldado N”, que había narrado a su esposa que su unidad había organizado el asesinato de Lady Di. La mujer, alucinada, se lo contó a sus padres y estos escribieron una carta al comandante del cuerpo. La Policía inglesa aseguró que investigó el caso y que carecía de credibilidad. Algo que no sorprendió a Mohamed al Fayed, que defendía que había una intención de ocultamiento de todas las pistas que demostrarán que el duque de Edimburgo había planificado con los servicios secretos británicos quitarse en medio a la incómoda princesa Diana. 

¿Estaban practicando sexo?

Romuald Rat fue uno de los paparazzi que persiguió a la pareja por París. Su testimonio ante la Policía francesa fue sorprendente. Tras el accidente, es la primera persona que se acerca al Mercedes en el túnel del puente de Alma. Sus palabras, recogidas por Interviú, lo dicen todo: “Abro la puerta trasera. Veo a Dodi al Fayed dislocado sobre el asiento, tumbado frente a mí, los ojos entreabiertos. Veo una alfombrilla del coche sobre Diana. La aparto para ver si aún vive y la coloco sobre el bajo vientre de Al Fayed, que tiene el sexo al aire”. A raíz de esta declaración, algunos sostienen la teoría de que la pareja estaba practicando sexo, algo difícil de aceptar por las circunstancias que rodearon la persecución. 

El que lo vivió todo pierde la memoria y luego se queda mudo

Trevor Rees era el 31 de agosto el guardaespaldas asignado a la pareja por Mohamed al Fayed. Carecía de la formación necesaria para encargarse de la protección de Lady Di y entre sus cometidos habría estado evitar una huida desesperada de los fotógrafos a toda velocidad desde el hotel Ritz a la casa de Dodi en París. De camino, el Mercedes se estrelló contra uno de los pilares del túnel de Alma, provocando la muerte de la princesa, de su novio y del chófer. Solo sobrevivió el escolta, que declaró no recordar nada de lo que había pasado. Una falta de memoria que muchos consideraron sospechosa, como si quisiera evitar meterse en líos. Con el paso del tiempo fue recordando, se enfrentó a Mohamed al Fayed, con quien dejó de trabajar, y optó por guardar un silencio indefinido. 

La teoría de Mohamed al Fayed

El padre de Dodi al Fayed nunca ha dejado de defender que su hijo y su novia fueron asesinados por una conspiración de la monarquía británica. Él fue el principal impulsor de las vías de investigación para probar que querían matar a Lady Di. Una de las primeras teorías que manejó fue una operación del espionaje inglés, que habría metido entre los paparazzi a unos agentes en moto que llevaban una cámara preparada con un flash para deslumbrar al conductor, que al notarse deslumbrado habría pisado el acelerador, provocando el accidente. Al Fayed explicó a quien quisiera oírle que la reina Isabel formaba parte de un comité secreto, en el que estaban integrados los hombres más poderosos del mundo, que no podían permitir que Diana utilizara su imagen pública para defender causas mundiales a favor de los más desprotegidos. Como ejemplo de su influencia, ponía el éxito de la campaña para prohibir las minas terrestres, que contó con los encendidos aplausos de muchos líderes de los países más desamparados del mundo.

El príncipe Carlos declaró en la investigación, que se terminó cerrando

Tantas sospechas de que algo raro había ocurrido en la muerte de Lady Di obligaron a la apertura de una investigación, la llamada operación Paget, en Gran Bretaña, dirigida por lord Stevens, un excomisario jefe de Scotland Yard. A lo largo de tres años indagaron en decenas de miles de documentos y hablaron con 400 testigos. Uno de ellos fue el príncipe Carlos, a quien la Policía interrogó en su residencia oficial. Las investigaciones llegaron a la conclusión de que no existían pruebas de una conspiración. Era el mismo resultado que había ofrecido una investigación realizada en Francia varios años antes. Las dos coincidían en la responsabilidad del chófer Henry Paul, por conducir bebido y a demasiada velocidad.

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Trevor Rees, guardaespaldas de Diana, en 2008 antes de declarar como testigo en el marco de una investigación sobre la muerte de la princesa.Foto: Peter Macdiarmid/Getty

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Mohammed al Fayed, padre de Dodi, habla con los periodistas ante la Corte de Londres. Foto: Leon Neal/Getty

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Dodi al Fayed, Diana de Gales y su hijo Guillermo navegando en aguas de Saint Tropez en el verano de 1997. Foto: Michel Dufour/Wire Image

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Últimas imágenes. Lady Di y Dodi al Fayed antes de salir del Ritz, en una imagen de una cámara del hotel

Teorías sin sentido

Bin Laden,traficantes de armas... están vivos

Muchas han sido las teorías extrañas sobre la muerte de Lady Di. Una defendía que detrás estaba Bin Laden (bajo estas líneas), cabeza visible entonces de Al Qaeda, que consideraba que su enlace con un musulmán podía ser un mal ejemplo para las mujeres de esa religión. Aún más imaginativa es la que asegura que nadie murió y que la pareja vive su amor en un retiro dorado. Otros explicaron que el accidente podía haber sido preparado por traficantes de armas, molestos por su campaña contra las minas antipersonales. Otra indicaba que su novio, Dodi Al Fayed, tenía negocios con personas poco recomendables que quisieron matarle desviando la atención hacia Lady Di para que nadie sospechara de ellos.

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