Hacer el liderazgo grande otra vez
04 / 01 / 2018 Jan Egeland
Es necesario dar la cara por los refugiados.
Se necesita más ayuda. Foto: Mahmoud Taha/AFP/Getty Images
El mundo tiene el mayor número de desplazados desde finales de la Segunda Guerra Mundial. Los sistemas de ayuda internacional están a punto de colapsar bajo el peso de los 141 millones de personas que precisan asistencia humanitaria. Si no hay cambios políticos, en 2018 las cosas empeorarán.
Las guerras en Siria, Sudán del Sur y Afganistán generarán muchos refugiados. Los países más pobres compartirán la carga de proporcionar cobijo a los que huyen de la guerra, mientras que los ricos mantendrán sus fronteras cerradas.
Durante los últimos tres años el Gobierno sirio rechazó de plano mi propuesta de llevar medicinas en los convoyes de ayuda y siguió con los bombardeos. De forma parecida, en Sudán el presidente Omar al Bashir ha estado bombardeando durante seis años a los habitantes de las montañas Nuba y del Nilo Azul. Y en Birmania, el mundo se ha limitado a mirar cómo el Gobierno masacraba a la minoría rohingya.
