Los miserables

10 / 01 / 2018 The Economist Intelligence Unit
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Los países menos felices del mundo en 2018.

Lo Cole

Olvídese de la felicidad. ¿Cuál será el lugar más miserable en 2018? El mundo en 2018 le ha preguntado a los analistas de su compañía hermana The Economist Intelligence Unit (EIU) por su candidato, y por desgracia el puesto estaba muy disputado.

Los estadounidenses encolerizados con Donald Trump y los británicos desesperados por el brexit seguirán discutiendo cuál de los dos países es peor. Pero ninguno estará cerca de ganar la competición. De entre los países ricos solo destaca el caso de Grecia, que aún sufre los desastres de la crisis del euro. Según Gallup, los griegos son las personas más estresadas del mundo, pero en 2018 su economía debería volver a crecer.

Corea del Norte podría vivir una experiencia doblemente negativa en 2018. No solo seguirá sufriendo la espantosa dictadura de Kim Jong Un, sino que podría enfrentarse a su destrucción física en caso de que Trump cumpla sus amenazas de guerra. La posibilidad asusta, aunque sea poco probable.

Venezuela también presenta una firme candidatura a pesar de ser un país asentado sobre las mayores reservas de petróleo del mundo. Debido a su mala gestión crónica, su economía se ha contraído un 25% desde 2014, y la EIU prevé otro desplome del 6% para 2018. Se prevé que la inflación supere el 1.000%, mientras que es probable que continúen las enormes restricciones al acceso de alimentos y medicinas. La posibilidad de que se llegue a una situación de impago de deuda y de virtual colapso económico es más que probable. Pero en vez de hacer frente a estas calamidades, el presidente Nicolás Maduro parece más pendiente de aplastar a la oposición, a veces de forma violenta.

A pesar de ello, ningún país estará más cerca de ser más infeliz que Yemen. Ya era el país más pobre del mundo árabe antes de su guerra civil, pero desde 2015 han muerto más de 10.000 civiles y se han producido entre tres y cuatro millones de desplazados internos. Yemen se encuentra al borde de la hambruna y sufre el mayor brote de cólera de la historia moderna. Y probablemente lo peor está todavía por llegar.

Podría pensarse que esto es difícil de superar, pero muchos países del África subsahariana le podrían dar a Yemen lecciones de miseria. Entre ellos se encuentra Zimbabue, a pesar de la reciente dimisión del ominoso dictador Robert Mugabe; Burundi, uno de los países más pobres del mundo y sometido además a una dictadura cada vez más feroz; la República Centroafricana, donde la violencia sectaria ya ha expulsado a las ONG y amenaza la integridad territorial del país; y la República Democrática del Congo, con un millón de desplazados internos y donde el riesgo creciente de estallido de una crisis política podría desestabilizar toda la región.

El más joven y desgraciado

Sin embargo, el triste ganador de la competición es el país más joven del mundo, Sudán del Sur. Obtuvo su independencia en 2011, y desde entonces ha vivido en una crisis permanente. La inflación ha estado por encima del 150% desde comienzos de 2016, y los mandatos presidencial y parlamentario rigen hasta julio de 2018, pero cuando acaben o bien no habrá elecciones o bien serán fraudulentas, y cualquiera de los escenarios podría augurar un desastre. Además, la ONU advierte que el conflicto tribal permanente podría culminar en un genocidio.

El derrumbe del país es tan absoluto que solo le queda el nombre. Los enfrentamientos entre el Ejército y las milicias tribales han degenerado en una limpieza étnica generalizada. Soldados que no reciben su sueldo asaltan los convoyes humanitarios con impunidad. Un tercio de la población ha abandonado su hogar para evitar ser asesinada. En torno a seis millones de personas sufren hambre severa, y 1,7 millones más están al borde de la hambruna. Si continúa la violencia y la sequía, el país podría hundirse aún más en su crisis. En 2018 no habrá un lugar más miserable.

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