Sigue la presión para las fusiones bancarias

25 / 01 / 2018 José María Vals
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En diez años se ha pasado de 60 a 18 entidades.

José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia

Las fusiones de bancos van a seguir siendo uno de los mantras del sector financiero durante 2018. A pesar de la drástica reconversión que ha sufrido la banca española desde 2008, muchos analistas continúan apostando por una mayor concentración de entidades, de manera que queden menos bancos pero más productivos y, sobre todo, más rentables. La única operación ya confirmada va a ser la fusión de Bankia con BMN, lo cual no disminuye la presión ambiental.

Los números de la reconversión bancaria española son contundentes. Desde 2008 se ha pasado de 60 a 18 bancos. En España, uno de los países con mayor bancarización al inicio de la crisis, hay actualmente un empleado de banca por cada 249 habitantes, mientras en Alemania hay un empleado bancario por cada 132 habitantes, y esta relación es de 167 y 170 personas por cada empleado de banca en Francia y el Reino Unido, respectivamente. Un dato más. La mitad de los municipios españoles carecen ya de una sucursal bancaria física en la que poder resolver trámites.

Para tratar de medir científicamente los efectos de la concentración de empresas sobre la competencia existe el denominado índice de Herfindahl, que mide la relación entre el número de entidades que hay en un sector y el porcentaje de cuota de mercado que tiene cada una para dilucidar si aún queda espacio para más fusiones o no. En España, la reconversión financiera ha aumentado ese índice cerca de un 90%, mientras que la media de la Eurozona apenas alcanza el 5% de aumento de concentración en el sector bancario.

Aun así, la presión sobre el sector financiero español para que siga el proceso de concentración sigue siendo tan fuerte que no son pocos los analistas que siguen haciendo quinielas sobre cuáles serán las próximas fusiones. La absorción del Popular por el Santander ha trastocado un poco los análisis, sobre todo en algunas regiones. Por ejemplo, la anterior fusión del Popular con el Pastor ha hecho que la concentración bancaria en Galicia se haya disparado.

Pero una cosa son las concentraciones regionales y otra el negocio global. Los analistas proclives a las fusiones, entre los que se encuentran, por cierto, los del Banco Central Europeo (BCE), siguen viendo en España entidades de poco volumen como Ibercaja o Unicaja, que se sitúan en el punto de mira de posibles absorciones por bancos de mayor tamaño. Y entre medias se suma la privatización obligada de Bankia, cuya marca y negocio son bienes muy codiciados, sobre todo después de que haya absorbido BMN en los primeros meses de 2018.

Entidades como el Sabadell siempre han aparecido en las quinielas para una posible fusión con Bankia-BMN por la complementariedad de sus negocios. Pero las cosas no son tan fáciles. Una operación de este tipo necesitaría varios pasos en los que sería necesario buscar un accionista de referencia y luego dar salida a la participación del Estado en Bankia (60,6%) a un precio razonable que garantice la mayor recuperación posible del dinero público invertido en su salvamento.

José María Vals:colaborador de Tiempo

Grupo Zeta Nexica