Boom cuántico

22 / 01 / 2018 Jason Palmer
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En 2018 podría empezar su uso a gran escala.

Partículas que pueden estar en dos sitios a la vez, o que están aparentemente conectadas a través de largas distancias: algunas de las predicciones de la mecánica cuántica son ciertamente extrañas. Pero tras casi un siglo en que tales efectos eran considerados meras curiosidades de laboratorio, ahora se está descubriendo que tienen un gran número de aplicaciones prácticas. En 2018 el mundo oirá hablar mucho de ellas.

La naturaleza ubicua e interconectada de las partículas puede aplicarse a la creación de bits para el manejo de datos informáticos. Y los dispositivos compuestos por los denominados qubits serán capaces de resolver ciertos tipos de cálculos que a los actuales ordenadores les llevaría milenios. De Google a Alibaba, las empresas tecnológicas están invirtiendo grandes sumas en desarrollar estas tecnologías.

El primer gran hito podría alcanzarse en 2018. Google lleva la delantera para desarrollar un modo de cálculo que no está al alcance de los ordenadores convencionales. Esta demostración de “supremacía cuántica” será una pieza de exhibición sin demasiado uso práctico. Y es que las preguntas más complejas a las que la computación cuántica quiere dar respuesta (diseño de medicamentos, optimización de las operaciones con activos financieros, etcétera) requerirán de equipos mucho más complejos.

Antes de lograr el éxito, dispositivos más pequeños y especializados habrán de demostrar su valía. Ordenadores con solo unas decenas de qubits deberían ser capaces de otorgar ventaja en campos como las finanzas o la ciencia de materiales, por lo que grandes bancos y constructores de aviones podrían empezar a contratar equipos especializados en tecnología cuántica. ¿Y cómo funcionarán esos dispositivos? Tanto las start ups como las empresas consolidadas como Microsoft continuarán diseñando software específicamente pensado para explotar las ventajas cuánticas.

La ubicuidad de las partículas también podrá usarse para diseñar sistemas de transmisión inmunes al pirateo. En 2016 China lanzó el primer satélite cuántico para transmitir mensajes de forma segura. En 2018 esta tecnología será integrada en la red básica de transmisión cuántica del país, la mayor del mundo. Eso podría ser el principio de una Internet cuántica global.

Esta fiebre del oro cuántica podría atraer a un gran número de especuladores. Pero, según Paolo Bianco, de Airbus, 2018 será el último año en que se empezará a invertir en tecnología cuántica. El que llegue más tarde, sostiene Bianco, “perderá cualquier ventaja de una inversión temprana”.

Jason Palmer: subdirector de Espresso

Grupo Zeta Nexica