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El diseño africano conquista las pasarelas

18 / 05 / 2015 DPA
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Los vestidos en tonos gris y beige del atelier de David Tlale parecen casi europeos. Pero pequeños detalles como sus coloridos bordes o estampados de inspiración animal aportan un look más étnico, como en el oscuro vestido de noche con cinturón de cuero en blanco y negro. Y es con esa mezcla de influencias occidentales y africanas con la que Tlale se ha convertido en uno de los diseñadores estrella de África. 

En el sector, los expertos lo sitúan a menudo con el nigeriano Duro Olowu, que trabaja para Michelle Obama, o con el ghanés Ozwald Boateng. Y sin embargo, este hijo de una empleada del hogar soltera que se crió en la Sudáfrica del Apartheid no tenía al principio mucho que ver con el mundo de la moda. "Tenía un tío que era técnico y llevaba todos los días un tres piezas. Eso me impresionó", cuenta Tlale, de 40 años, en su estudio encalado de blanco Maboneng, uno de los barrios con más movimiento de Johannesburgo. 

Con apenas 10 años ya le encantaba los looks llamativos y cosía vestidos para la muñeca Barbie de su hermana. Después, estudió diseño. Su empresa tiene actualmente 25 empleados y dos boutiques en las zonas más chic de Johannesburgo y Ciudad del Cabo, y distribuye a otras dos tiendas en Sudáfrica. "El panorama internacional de la moda tiene ganas de algo nuevo, y creo firmemente que llegará desde África", afirma el diseñador. 

Durante el régimen del Apartheid, la moda se consideraba un lujo y casi todos los diseñadores eran blancos, recuerda Tlale. Pero al terminar éste, en 1994, se liberó la creatividad entre los modistos negros, que comenzaron a vestir incluso a clientes blancos con diseños de inspiración africana. "Durante años, en Sudáfrica se valoraban las perlas de los Ndebele y los estampados animales", señala el diseñador. Pero esa fase étnica es historia, es hora de pensar de forma global, añade. La influencia africana también se expresa en los "colores, siluetas y buena calidad".

La topmodel tanzana Millen Magese comparte su opinión: actualmente, tanto diseñadores estadounidenses como europeos trabajan con materiales africanos. "Todos quieren convertirse en una gran generación", dice esta ex Miss Tanzania de 34 años. Y de esta "democratización del mundo de la moda disfrutan también modelos negras como la somalí Iman o la sudanesa Alek Wek, pues el ideal de belleza también ha cambiado en los últimos años. Ahora, el lema es "black is beautiful", el negro es bello.

Con todo, la revolución en el diseño apenas se traduce en el mercado de trabajo, apunta Etienne Vlok, del sindicato sudafricano del textil SACTWU. Aunque la industria de la moda da empleo a casi 100.000 personas en el país y tiene un volumen de ventas anual de más de 2.800 millones de euros (3.100 millones de dólares), también sufre el impacto de las importaciones baratas procedentes de Asia. 

Sólo un uno por ciento de todas las importaciones de ropa en Estados Unidos (por valor de en torno a 1.000 millones de dólares/900 millones de euros) proceden del África subsahariana. En el caso de la Unión Europea (UE), según fuentes oficiales, la cifra es incluso inferior al uno por ciento (830.000 millones de euros). En total, Sudáfrica exporta menos del cinco por ciento de su producción textil y de ropa. "Sin embargo, en el sector de la moda sigue habiendo espacio para nuevos puestos de trabajo", sostiene Vlok.

Tlale, de momento, aporta su parte. "A las mujeres de todo el mundo les gusta estar guapas", afirma. Y en ese punto, les da igual en qué cultura se inspira su ropa".

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