Duelo a bayoneta calada en Estados Unidos
09 / 08 / 2016 Alfonso S. Palomares
La lucha entre la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump por la presidencia de Estados Unidos promete grandes tardes de gloria de aquí hasta el 8 de noviembre, día en que se celebrarán las elecciones.
En la larga historia de la lucha por la Casa Blanca nunca hubo tanta distancia programática como la que existe ahora entre Donald Trump e Hillary Clinton. Esa distancia se alarga y se contrapone en todos los planteamientos vitales e ideológicos. Dos mundos distintos con el poder en juego. Son las imágenes del sol y de la sombra. Cuando Donald Trump saltó a la arena de las primarias diciendo unas barbaridades tan primarias como que había que impedir a los mexicanos entrar a Estados Unidos porque México: “Estaba enviando a gentes con muchos problemas, traen drogas, son violadores y roban; algunos puede que sean buena gente, pero yo hablo con agentes de fronteras y me dicen lo que hay”. Para impedir la entrada de mexicanos y latinos prometió que cuando llegara a la presidencia levantaría un gran muro a lo lago de toda la frontera. Un muro de 3.000 kilómetros que encima trataría de que lo pagaran los mexicanos. No vean la que se armó y no se armó más porque no le tomaron en serio.
