Una reunión útil

La ausencia de los presidentes autonómicos del País Vasco y de Cataluña, Íñigo Urkullu y Carles Puigdemont, tuvo una sola consecuencia: fue peor para ellos. El Rey inauguró la conferencia de presidentes autonómicos en el Senado y a lo largo del martes se alcanzaron importantes acuerdos, sobre todo para la reforma del modelo de financiación autonómica. Entre otras muchas cosas, se dieron avances para garantizar la unidad de mercado, se acordó poner en marcha la “tarjeta social”, se decidió crear el Consejo Nacional de Protección Civil, se pusieron en marcha planes de emergencia a los refugiados... y quedaron en celebrar la misma conferencia anualmente. Los nacionalistas vascos y catalanes siguen pensando que ellos merecen un trato bilateral y privilegiado con el Gobierno central, y que por eso no acuden a este tipo de conciliábulos donde hay café para todos.