Carlos Torres

El BBVA, que acaba de presentar unos resultados algo mejores de lo esperado, y cuyo consejero delegado es Carlos Torres, tiene desconcertados –y en algunos casos, molestos– a una buena parte de sus clientes de banca privada, que son algunos de los más buscados por las entidades financieras. Desde hace tres o cuatro años, el BBVA, sin previo aviso, cambia regularmente los gestores encargados directamente de cada cliente. La práctica provoca quejas recurrentes de clientes que, de repente, tienen que volver a co-nocer –y confiar en– interlocutores diferentes e iniciar una relación casi desde cero.