Un asunto de familias

20 / 10 / 2014 Clara Pinar
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Los bancos de Andorra están en manos de los clanes históricos del Principado, que prosperaron con el tabaco, la industria o, incluso, como posibles espías de Franco.

El 25 de julio de 2007 se produjo un hito en la historia del sistema financiero andorrano. Sentados en una mesa, varios hombres firmaban la fusión de los bancos Andbanc y Banco Internacional Banca Mora (BIBM). Seis años de negociaciones habían concluido en la fusión de las dos grandes entidades, que, en un territorio, como el andorrano, de 468 kilómetros cuadrados y 70.000 habitantes, sumaban más de 600 millones de euros en recursos propios, más de 16.600 millones en volumen de negocio y activos por valor de 5.400 millones.

Aquel momento, sin embargo, no solo plasmó el poderío del sector financiero en Andorra, aún con índices de opacidad. En aquella sala se encontraban Jordi Aristot Mora y Manel Cerqueda, que serían los dos copresidentes de la nueva entidad, y Oriol Ribas y Francesc Mora, los vicepresidentes. Junto a ellos, otros nombres acompañados por los apellidos Mora, Cerqueda y Ribas, que junto a otros como los Cierco son los grandes clanes del Principado.

Lo son desde tiempos inmemoriales y han llegado a la cúspide del sector financiero porque es ahora el más pujante del país. Antes, amasaron sus fortunas en actividades diversas, desde la producción de tabaco de los Reig o la actividad industrial de los Cierco y la banca a pequeña escala en la que empezaron los Mora, hasta actividades tan confusas como el eventual papel de espías que habrían jugado los Cerqueda durante y después de la Guerra Civil, tal y como documenta el libro de la historiadora Amparo Moreno Andorra durante la Guerra Civil española.

“Para resumirlo en una frase, esas familias tienen peso económico, pero previamente tenían peso social”, explica una persona buena conocedora de la sociedad andorrana. Como en todos los rincones de los Pirineos, añade, allí siempre imperó la organización propia de “los pueblos”, articulada en familias y cimentada en los “cabezas de familia”. Entre los clanes originarios de Andorra de toda la vida figuran los Ribas-Reig, los Mora, los Cerqueda y los Cierco, hoy enriquecidos gracias principalmente al sistema financiero del Principado. Son andorranos de origen y se han formado en universidades y escuelas de negocios en Barcelona, donde también tienen intereses económicos e influencias políticas. Además tienen en común que, por un motivo u otro, mantienen o han mantenido relación con la fortuna de la familia de Jordi Pujol, evadida del fisco español en el Principado. Así, los cuatro millones con los que los Pujol Ferrusola quisieron regularizar este verano su situación fiscal en España procedían de Andbank –propiedad de los Ribas-Reig y los Mora– y estaban depositados en la Banca Privada d’Andorra, entidad propiedad de otra familia de arraigo en el Principado, los Cerqueda. Precisamente contra estas dos entidades se dirige la demanda de los Pujol por vulneración de secreto bancario.

Despegue económico.

El hecho de que sus fortunas pivoten en gran parte alrededor de la banca se debe a que el sistema financiero es “ahora lo último”. Su despegue, inciden las fuentes, data de los años 50 y 60 del siglo pasado, con el despegue económico de Andorra, gracias a que el Principado tenía artículos de los que España carecía y “había que ir allí” para adquirirlos, recuerdan las fuentes.

El emporio de una de las grandes estirpes andorranas, la de los Ribas-Reig empezó con el negocio tabaquero de la mano del tatarabuelo del hoy vicepresidente de Andbank, Oriol Ribas. Rafael Reig fundó Tabacs Reig, que funcionó entre 1909 y 1957 en la localidad de la que es oriunda toda la familia, San Julià de Loria, de la que salían los conocidísimos puritos Reig. Como es común con otros grandes clanes andorranos, el inicio de sus actividades se circunscribió a su lugar de origen y su poder se fundó sobre su capacidad de proveer bienestar a sus conciudadanos. Para la familia se buscaba además dar “una posición”, algo que se ha mantenido a lo largo del paso de las décadas. Después de Rafael Reig, la figura más prominente de los Ribas-Reig es Òscar Ribas, que se convirtió en jefe del Gobierno de Andorra entre 1990 y 1994, por el Partido Liberal –hoy en el Gobierno también con una aplastante mayoría–. No era su primera incursión en política, pero sí dentro de un sistema más cercano a los estándares democráticos. Antes de 1990 había sido parlamentario en el Consejo General de Andorra entre 1972 y 1975, unas fechas en las que las mujeres acababan de ser autorizadas para ejercer su derecho al voto y en un organismo, según fuentes conocedoras de la realidad del Principado, donde pesaba principalmente que todos los cabezas de familia, los clanes, estuvieran representados. Muestra de ello es que otro miembro de la familia, Julian Reig Ribo, fue antes presidente de esta organismo.

La sede del Gobierno del Principado se encuentra en el mismo bulevar, la avenida Meritxell, donde se concentran los grandes bancos andorranos. Allí es donde, a partir de 1990, Ribas firmó los grandes cambios que se produjeron en la primera mitad de esa década, con un papel clave en la redacción y aprobación de la primera Constitución de Andorra en 1993. También fue el encargado de presentar en Nueva York la candidatura de Andorra para entrar en la Organización de las Naciones Unidas.

Su hijo, Òscar Ribas Duró, es hoy el vicepresidente de Andbank, tras la aportación que esta familia hizo a la Banca Reig. Otros miembros del clan viven volcados en actividades más relajantes, como su hermana, Déborah Ribas Duró, que es presidenta de la Fundación Julià Reig, centrada en el desarrollo de Andorra “como un país moderno y abierto al mundo”, según explicaba en una entrevista a la prensa local. María Reig es, por su parte, una asidua de la lista Forbes de los más ricos del mundo y está considerada como una de las mujeres con más poder y dinero de Andorra, que en los últimos años se ha visto obligada a reducir sus inversiones en el mercado financiero y, aparentemente, también ha perdido parte de su influencia en el Ayuntamiento de Barcelona. Aun así, mantiene el control sobre los almacenes Pyrénées, tiene intereses en el sector hotelero catalán y, también allende las fronteras del Principado, es fundadora de una plataforma de pensamiento y acción llamada Barcelona Global.

El golpe de suerte de los Cerqueda, otro de los grandes clanes, tendría su origen en el papel que jugaron algunos de sus miembros en el Servicio de Información del Nordeste de España (Sinfe), una organización de espionaje a favor de Francisco Franco, según el libro de Moreno, que apunta también a los posibles lazos de la familia con el nazismo. El patriarca, Manuel Cerqueda, se convirtió en 1939 en el primer presidente del Banco Agrícola y Comercial de Andorra y en 1947 lo adquirió casi en su totalidad. Hoy, los intereses económicos de la familia se gestionan en un holding llamado Andosins Capital, en sectores tan variados como el financiero –el principal, con el 49% de las inversiones–, el industrial, el sanitario, el hotelero o el de servicios públicos, entre otros. Sus logros empresariales van mucho más lejos de las fronteras del Principado y de las cámaras de seguridad de los bancos. En 2008, por ejemplo, se hicieron con el 70% del capital de una empresa estadounidense de túneles de lavado para camiones instalados por toda Europa.

Deporte y literatura.

Fuera de la economía, los Cerqueda también son miembros prominen-tes de la sociedad andorrana. Jordi Cerqueda es desde 2011 secretario de Estado de Deportes en el Gobierno del Partido Liberal, que ha acogido tradicionalmente a miembros de otras familias. Además, es uno de los miembros por cooptación del Comité Olímpico de Andorra, fundador del Club de Hockey de Andorra y de la Asociación Andorrana de Vehículos Antiguos. Por otra parte, todos los años el Círculo de Artes y Letras de Andorra concede el premio literario Manuel Cerqueda Escaler, en memoria del patriarca del clan, dirigido a relato corto en catalán, el idioma oficial del Principado.

El poderío de la familia Cierco tiene bases industriales, aunque, según la investigación de Amparo Moreno también colaboró con el régimen franquista. Hoy son dueños de la Banca Privada d’Andorra (BPA), que en 2012 se aupó con la mayor cantidad de depósitos entre los bancos andorranos, por un importe total de 35.913 millones de euros. El clan está dirigido hoy en día por los hermanos Ramón e Higini Cierco, dueños también de la cadena hotelera Plaza y otros negocios en hostelería así como de Indústries Montanya y Petrolis Principat. Dejando a un lado su salto a los titulares de prensa por tener depositados en su entidad los millones de la familia Pujol, Ramón Cierco fue noticia en 201o al convertirse en directivo del F.C. Barcelona dentro de la candidatura de Sandro Rosell, entonces recién elegido presidente del club. Muestra de la importancia social de los Cierco es la crónica en la prensa andorrana de aquel entonces, que vendía el “fichaje” de Cierco por parte de Rosell como “una cuestión de orgullo nacional”. Incidía también en que Ramón Cierco era un “destacado miembro de la Cámara de Comercio de Andorra y un ciudadano de peso en la vida social y política del país, si bien no milita en ningún partido”.

Los Mora

Al contrario que otras familias reconvertidas, la banca fue siempre la actividad principal de la familia Mora. El patriarca del clan, Bonaventura Mora i Munt, creó la Banca Mora en 1952, después de más de una década trabajando como cambista. Con propiedad compartida entre la familia y entidades españolas y francesas, como el Banco de Bilbao, la Banca Mora fue creciendo hasta convertirse en Banco Internacional de Andorra y el primer fondo de inversión del Principado, hasta que en 2006 la familia Mora compró al BBVA el 51% de sus acciones en el grupo y se hizo con su control. El cabeza de familia a día de hoy es Francesc Mora Sagués, que en 2010 relevó a Jordi Aristot Mora en la presidencia de la Banca Internacional de Andorra. Al margen del sector financiero, este páter familias también formó parte de un Gobierno liberal en Andorra, como secretario de Interior entre 1996 y 1997. En la actualidad, es presidente de Cáritas Andorra, miembro de la junta permanente del Comité Olímpico de Andorra y de la Federación Andorrana de Deporte de Hielo.

 Han pasado décadas desde los años en los que en Andorra solo podían votar los cabezas de familia, pero hoy estos, los de las grandes familias, siguen estando muy presentes en la sociedad del Principado. Más como poder fáctico que ocupando cargos políticos en un Parlamento que, con los años, se ha ido vaciando de apellidos ilustres e hijos de para dar entrada a políticos con menos derechos adquiridos.

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