Tres Josés, muertos tras cuatro días en Irak

Cuatro agentes del CNI llegaron a Irak el 26 de noviembre en un viaje preparado para mantener el primer contacto sobre el terreno con la misión de espionaje que deberían cumplir a partir de enero de 2004: José Ramón Merino, José Lucas Egea, José Carlos Rodríguez y José Manuel Sánchez Riera.

Todos, solo o en compañía, tenían el nombre de José. Los tres primeros murieron, el último pudo salvarse. Tenían previsto pasar seis días viajando por Irak, pero solo pudieron estar cuatro. Merino, Egea y Rodríguez eran agentes experimentados, que antes de iniciar su larga carrera en el CNI habían desempeñado puestos de responsabilidad en el Ejército de Tierra. Los tres estaban casados y tenían hijos. Lo que les gustaba era la acción y por eso solicitaron el destino en Irak. En Madrid llevaban varias semanas preparándose para la misión. Rodríguez y Egea hablaban inglés y los tres estaban estudiando árabe, para disponer del mínimo conocimiento que les permitiera mantener una conversación cuando comenzaran su trabajo.