Subasta a la baja para los Ferrari de Juan Carlos I

29 / 03 / 2016 Antonio Rodríguez
  • Valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • Tu valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
¡Gracias!

Hacienda estudia otra puja pública por estos vehículos regalados al rey emérito, que llevan cuatro años parados. 

Los dos Ferrari FF que el jeque emiratí Mohamed bin Rashid al Maktoum regaló al rey Juan Carlos a comienzos de 2012, tras la visita del monarca emérito al país árabe para ver un Gran Premio de Fórmula 1, se han convertido en un quebradero de cabeza para el Ministerio de Hacienda.

Los coches, matriculados en septiembre de aquel año, tienen una cilindrada de 6.262 centímetros cúbicos con 12 cilindros en V, nivel de emisiones Euro 5 y 486 caballos de potencia. El informe de tasación señala que entre su equipamiento hay una placa dedicada en plata, alfombras de equipaje de cuero, extintores de mano, ruedas deportivas de 20 pulgadas y acabado diamante, entretenimiento para asiento trasero, bandejas de cuero, sistema de sonido HiFi de alta potencia, cámaras frontal y de aparcamiento, volante coloreado, sintonizador de televisión, pantalla para pasajeros y ventanas traseras de privacidad. Un lujo al alcance de muy pocos.

Subasta desierta

  Estos vehículos siguen aparcados en dependencias del Parque Móvil del Estado desde hace un año, donde llegaron después de que Patrimonio Nacional los cediera a la Administración General del Estado para su venta pública. Hacienda abrió entonces un plazo para que cualquier interesado visitara los coches del 19 al 23 de octubre, y el periodo para la presentación de ofertas se extendió dos semanas, hasta el 30 de octubre.

En la subasta de aquel día no hubo comprador. Cuando se procedió a la apertura de sobres hubo una única oferta por los Ferrari que no alcanzó el precio mínimo que se pedía para ambos. Para el vehículo negro, que está sin estrenar, se pidieron 350.000 euros. En La Zarzuela siempre se dijo que este vehículo era un regalo para don Felipe, entonces Príncipe de Asturias, pero según El Mundo, en realidad estaba destinado a Corinna zu Sayn Wittgenstein, la amiga de don Juan Carlos. Sin embargo, la cacería de Botsuana en abril de 2012 y su precipitada salida de España tras el polémico safari africano impidió a la aristócrata de origen alemán disfrutar de su conducción. Para el segundo Ferrari, el gris, se puso un precio de salida de 345.000 euros ya que tiene dos roces, un pellizco en una de sus ruedas y 763 kilómetros recorridos.

Un 10% menos

 Hacienda no facilitó datos sobre la identidad del interesado ni de a cuánto ascendió la única puja en la fallida subasta del año pasado. Tampoco reveló los pasos que seguirá tras la puja, pero fuentes del departamento de Cristóbal Montoro no descartan ahora a TIEMPO que se produzca una nueva puja en el segundo semestre de este año, previsiblemente con otro Gobierno ya investido. En ese caso, las cifras de la subasta se reducirían al menos un 10% –la suma de ambos rondaría los 600.000 euros– ya que los vehículos se deprecian por su falta de uso en carretera.

El Ferrari sin estrenar lleva más de cuatro años parado en un garaje y el otro, el de 763 kilómetros, no tiene ni siquiera el rodaje, ya que el rey emérito no lo pudo conducir después de su accidente de caza en Botsuana, en el que se rompió la cadera. En caso de que se prolongue esta situación, las citadas fuentes apuntan una vía diferente para darle un destino definitivo a tan incómodos vehículos: la Sala Histórica de la Guardia Real, ubicada en dependencias del palacio del Pardo, en la que se encuentran vehículos oficiales de los últimos jefes del Estado, como los Rolls Royce comprados por el general Franco, que hoy en día se siguen utilizando para las visitas oficiales de los mandatarios extranjeros. Allí estuvo el Ferrari negro durante un par de años hasta que Felipe VI procedió a la desafectación de ambos.

Grupo Zeta Nexica