Rajoy toma la delantera a su vice

La campaña electoral para el 26-J no solo tiene a Unidos Podemos como novedad frente a la campaña de hace seis meses. En el otro extremo del espectro ideológico, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, también se ha dispuesto a innovar, en su caso, con respecto a su papel en campaña. Hacia una mayor presencia y, sobre todo, en formatos complicados, que automáticamente reduce la presencia de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. En la pasada campaña electoral, ella se prestó para sustituir a su jefe, ya fuera en un debate con tres candidatos a la Presidencia del Gobierno o para bailar en El hormiguero de Pablo Motos. Ahora es Rajoy quien da la cara. La justificación entonces era que el Partido Popular era un “equipo” con mucha gente solvente. Y, como parte integrante del mismo, la vicepresidenta evitó que el presidente tuviera que acudir a citas que prefería evitar.

Ahora la situación ha cambiado, y es Rajoy quien esta vez se ha medido –de candidato a candidatos, ahora sí–, con Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera en el único debate de la campaña, el 13 de junio. También, como sus tres principales contrincantes, ha participado en 26-J. Quiero gobernar, la particular entrevista de niños dirigida por Ana Rosa Quintana, y ha grabado una nueva entrega del programa de Susanna Griso Dos días y una noche. Para rizar el rizo, la productora de El hormiguero ha confirmado la presencia de Rajoy en uno de los programas de máxima audiencia de la televisión. Este es precisamente uno de los formatos donde mayor éxito cosechó la vicepresidenta el Gobierno. Sáenz de Santamaría sorprendió con un baile junto al equipo del programa de Pablo Motos muy alejado de sus comparecencias en La Moncloa, en una aparición en el programa en la que se mostró “cercana, divertida, espontánea”, según celebraban en el PP en diciembre. Por el contrario, en el partido creían que no era un espacio adecuado para el presidente. “Rajoy puede que encuentre otro formato, eso depende de las personas”.

Las riendas mediáticas

Las tornas han cambiado, hasta el punto de que Rajoy acudirá a la entrevista poco encorsetada de Motos y, previsiblemente, pasará por alguna de las pruebas a las que somete a sus invitados. En esta campaña es Rajoy quien pone la cara en todos los contextos televisivos, del más serio al más distendido. Según explican fuentes del PP, seis meses después de la campaña del 20-D, han cambiado dos cosas para que Rajoy haya tomado las riendas mediáticas.

La primera es la irrupción, de forma oficial a ojos del PP, de Podemos y Ciudadanos en el panorama político nacional. Hasta que en diciembre entraron en el Congreso con 69 y 42 diputados respectivamente, Rajoy se había negado a apearse del bipartidismo y de la “tradición” electoral en España, en concreto, la que constataba que los debates nunca habían sido de más de dos candidatos. El ejemplo más claro fue la decisión de no ir más que a uno, exclusivamente con quien, al menos sobre los escaños, era su único contrincante, Pedro Sánchez. La cosa cambió en las últimas elecciones, con Podemos y Ciudadanos sentados en el Congreso. Ante la presencia de cuatro grandes 

Solvencia y seriedad

El segundo motivo del paso al frente de Rajoy tiene que ver con lo sucedido tras el 20-D. Para el PP, las negociaciones fallidas entre PSOE, Podemos y Ciudadanos no fueron más que un “circo mediático” del que sale un mensaje que el PP se esfuerza por fijar, precisamente con una mayor presencia de Mariano Rajoy: “Con sus puntos fuertes y sus puntos débiles, es el que ha demostrado solvencia y seriedad”. En este sentido, durante la noche del debate, el PP se esforzó por transmitir que, frente a Sánchez, Iglesias y Rivera, Rajoy se mostró “moderado, solvente y convincente”, como el que “conoce mejor que nadie el país”.

Con Rajoy solo en la primera línea, en la sede del PP equiparan la campaña de Sáenz de Santamaría con la de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, número 1 por Toledo y que se centrará en buena medida en Castilla-La Mancha, donde cuando se cierre el 24 de junio habrá pasado 7 de los 15 días, más otras tres medias jornadas.

En el PP restan importancia al menor protagonismo de Sáenz de Santamaría e indican que hace campaña como número dos por Madrid, con platos fuertes como el reciente mitin que dio con otra de las mujeres más importantes del PP, la presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes.

Sáenz de Santamaría compaginará su participación en campaña con sus responsabilidades como vicepresidenta en funciones. Hará campaña en Madrid y, como ha sido habitual en las últimas convocatorias electorales, viajará a otras provincias para apoyar a otros candidatos. La única diferencia que ven en el PP es que esta vez Sáenz de Santamaría no saldrá en los carteles, “porque no hay cartelería” en esta ocasión, como compromiso de los partidos con una campaña austera.