Rajoy busca ministros para su segundo parto

Para Mariano Rajoy, la elección de los ministros que nombró en diciembre de 2011 fue “como un parto”, según confesó él mismo. Con el viento ahora más de cara y la posibilidad de que sea investido presidente del Gobierno en diez días, el líder del PP se dispone a alumbrar un nuevo Ejecutivo que deberá ser más dialogante con los partidos políticos por culpa de la aritmética parlamentaria.

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, continuará en su puesto a la hora de coordinar la acción de Gobierno y fijar las líneas de actuación como portavoz. Sin embargo, una ministrable como Dolores de Cospedal le puede hacer sombra en función de la cartera que le entregue el presidente. La hasta ahora secretaria general del PP aspira a un departamento como el de Interior, donde fue subsecretaria en tiempos de Aznar.

Tanto Rafael Catalá como Isabel Tejerina seguirán seguramente en el Consejo de Ministros, aunque el primero podría dejar la cartera de Justicia para asumir Fomento, un área que conoce bien ya que fue secretario de Estado de Infraestructuras hasta 2014. Por su parte, la sucesora de Miguel Arias Cañete ha gestionado bien el área de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente pese a que el caso Acuamed salpicó en su departamento.

Ejecutivo a la alemana

Los que tienen más posibilidades de salir del Ejecutivo son José Manuel García-Margallo (Exteriores), Jorge Fernández Díaz (Interior) y Pedro Morenés (Defensa). Los tres son los más veteranos y pueden tener los días contados. Margallo ha sido un firme defensor de la gran coalición con el PSOE durante estos diez meses en funciones, pero Rajoy no le perdona que en febrero se ofreciese a la vieja guardia socialista para encabezar un Ejecutivo a la alemana. Además, su propuesta de reforma de la Constitución, que ha guardado bajo siete llaves en su despacho, no gustó en Moncloa por abarcar muchos puntos e ir contra la posición oficial del PP, que prefiere retoques antes que una enmienda a la totalidad.

Fernández Díaz, por su parte, quedó señalado por el escándalo de las escuchas ilegales en su despacho con el entonces director de la Oficina Antifraude catalana, Daniel de Alfonso. Esta misma semana ha sido reprobado por todos los partidos de la Cámara Baja, a excepción del PP. Una decisión que le invalida como interlocutor con los partidos de la oposición. Por último, Morenés nunca tuvo aspiraciones políticas y siempre se comportó en Defensa como un gestor que debía mitigar la enorme deuda heredada con la industria militar, de casi 30.000 millones de euros en 2011. Un posible sustituto para Morenés sería Arsenio Fernández de Mesa, actual director de la Guardia Civil.

Las caras nuevas podrían ser Jorge Moragas, José Luis Ayllón y Luisa Fernanda Rudi. El primero ha sido un fiel jefe de gabinete durante los últimos cinco años y la cartera de Exteriores sería un premio para este diplomático catalán. Ayllón encajaría como un guante en un Ministerio de Administraciones Públicas que se desgajase de Hacienda. De carácter dialogante, en su puesto de secretario de Estado de Relaciones con las Cortes no ha tenido roces y su ascendencia catalana ayuda a la nueva interlocución que se quiere tener con la Generalitat. Puede ser la persona de Rajoy para hacer frente a los desafíos que vengan de Cataluña.

La senadora Rudi, por su parte, recibió la pasada semana elogios del presidente. Ante un auditorio en Zaragoza con 2.500 personas, Rajoy le pidió que siga asumiendo “responsabilidades” dentro del partido y las instituciones. Un gesto que muchos vieron como su salvoconducto para ser ministra.