Pinchazos a famosos

Nicole Kidman y Tom Cruise

Con más glamour y por otras circunstancias más personales que las de Julián e Isabel, la actriz australiana Nicole Kidman tuvo que enfrentarse en 2001 a un asunto de escuchas telefónicas. Después de felices años de matrimonio con Tom Cruise, la actriz hizo frente a un divorcio con una dura negociación económica por medio. El abogado de Tom Cruise contrató al detective Anthony Pellicano, conocido como “el sabueso de Hollywood”, para buscar los trapos sucios de Nicole. Para ello, como tantas otras veces, no dudó en grabar sus conversaciones telefónicas. Por esa y por otras muchas escuchas ilegales, Pellicano se enfrenta a veinte años de cárcel.

Gigi Howard

Pellicano está en la cárcel como lo estuvo en su momento el periodista español Carlos Hugo Arriazu, acusado de pinchar el teléfono de Gigi Howard, la norteamericana a la que se relacionó sentimentalmente con el Príncipe Felipe de Borbón. Arriazu tuvo que pagar su osadía norteamericana. Fue detenido en junio de 1995 en Nueva York, cerca de la casa de Gigi, después de que la Policía sorprendiera a los dos detectives contratados por el periodista cuando escuchaban desde un automóvil una conversación telefónica de la joven.

La corona británica

Pero en materia de escuchas ilegales son los británicos los que se llevan la palma. Desde que en 1993 se publicara el contenido de una conversación telefónica de alto contenido erótico entre el príncipe Carlos de Inglaterra y Camilla Parker Bowles –entonces su amante–, la corona británica no ha tenido un momento de respiro telefónico. El último escándalo es de este mes de agosto, aunque esta vez ha ido más allá del palacio de Clarence House, residencia oficial de los príncipes de Gales. Scotland Yard comenzó la investigación hace siete meses, cuando se descubrió que algunos mensajes guardados en el móvil del príncipe Guillermo se publicaron en un diario. Ya hay tres periodistas detenidos.

Hugh Grant

En el mismo paquete de la interceptación de mensajes de teléfonos móviles en Clarence House se ha visto afectado el actor Hugh Grant y su actual pareja, la multimillonaria Jemina Khan. El principal implicado en el escándalo es el periodista Clive Goodman, responsable del seguimiento de la realeza en el dominical “News of the World”. Goodman ha sido acusado de conspirar para piratear comunicaciones en un caso que puede afectar a conocidos políticos, famosos y futbolistas de este país.