Pantoja: la bolsa o la vida
15 / 11 / 2016 Marisa Martín-Blázquez
La tonadillera salda su deuda con la justicia y comienza una nueva etapa tras unos años de auténtico calvario. Por fin libre, presenta nuevo disco con imagen renovada.
Isabel es detenida el 2 de mayo de 2007 en su casa de Marbella
El pasado día 2 de octubre, Isabel Pantoja rubricaba el mejor contrato de su vida y el que, a buen seguro, a sus 60 años le ha hecho más feliz. Paradojas del destino, se cumplían dos meses de la muerte de su amigo y compadre, compositor y productor de su nuevo trabajo discográfico. Ese día, la cantante acudía al Centro de Inserción Social de Jerez de la Frontera (Cádiz), donde en los últimos meses se le ha realizado el seguimiento por parte de los servicios penitenciarios. Había llegado el momento. María Isabel Pantoja Martín estampaba su firma en un documento en el que se acredita que ha saldado su deuda con la Justicia, al extinguirse la condena de dos años de cárcel que le impuso la Audiencia Provincial de Málaga por blanqueo de capitales, además de una multa de 1.147.148,96 euros, a la que hizo frente no sin dificultades.
Se acabó el tener que personarse cada cierto tiempo en la comisaría de Cádiz. Se acabó el tener que pedir permiso para viajar fuera de la provincia. Se acabó la penitencia. Y el luto. Ahora comienza su nueva vida. Como comenzó el día 4 de diciembre de 1985, en el teatro Lope de Vega de Madrid, donde se quitaba el negro de encima y presentaba su disco Marinero de luces. Un álbum dedicado a su desaparecido marido y con el que la entonces viuda de España se echaba de nuevo a la vida y a los escenarios. El recital, a favor de la Fundación Reina Sofía, contó con la presencia de la madre de Felipe VI. José Luis Perales compuso, a medida, cada una de las canciones. Ella supo rentabilizar, mucho y bien, aquel doloroso momento. Todo apunta a que también sabrá hacerlo ahora con lo que ha pasado en su vida y con su Hasta que se apague el Sol.
