Ofensiva de Iglesias contra las tesis de Errejón.

“Por si esto descoloca a algunos, aprovecho para mandar un saludo a Pablo Iglesias, nuestro secretario general”. Con estas palabras, el número 2 de Podemos, Íñigo Errejón, inauguraba hace días la Universidad Podemos. Era el día siguiente a la discusión entre ambos en una red social sobre si lo práctico era dar miedo a los poderosos o seducir y, lejos de calmar las aguas, solo días antes de que Iglesias tomara o avalara otras decisiones que siguen ahondando las diferencias entre los dos líderes más reconocibles de Podemos.

La última controversia más acusada se centra en cómo debería ser el apoyo del partido al PSOE para que eventualmente pueda formar Gobierno. Iglesias se mantiene en las posiciones de enero y defiende que la única opción es mediante un Gobierno de coalición, es decir, entrando en un Ejecutivo en el que a principios de año empezó exigiendo la vicepresidencia del Gobierno. Errejón no es tan drástico y está más cercano a la idea de apoyar solo una investidura, sin la exigencia de que Podemos tenga ministros en un eventual Gobierno. Para él lo importante es “desbloquear” la situación política, para lo que si es necesario Podemos debería admitir “no llevar las riendas”. El número dos espera “flexibilidad”, también en Podemos, a la hora de poner condiciones sobre la mesa, al mismo tiempo que recomienda no repetir los errores del pasado, en referencia velada a las elevadas exigencias que a principios de año no solo hicieron imposible un acuerdo con el PSOE para formar Gobierno sino que, de acuerdo a un análisis interno, restaron votos a Unidos Podemos en las elecciones de junio.

Como el resto de partidos, en Podemos siguen con atención la guerra abierta en el PSOE porque de quién sea el ganador dependerá el papel de la formación morada en un futuro Gobierno. Aunque no quieren anticipar acontecimientos, se espera una primera discusión sobre estas dos posturas –una más transigente que la otra– en el Consejo Ciudadano Estatal del 8 de octubre. De momento, Errejón evita manifestar claramente su preferencia y, llegado el caso, apuesta por someter la cuestión a las bases de Podemos, algo que no se ha mencionado en la dirección de Podemos que controla Iglesias. En su apuesta por exigir entrar en el Gobierno –lo que volvería a dificultar la investidura–, Iglesias cuenta con el apoyo público de su secretario de Organización, Pablo Echenique, líder del partido en Aragón y que dice saber en primera persona que los acuerdos solo de investidura como el que él firmó con el presidente aragonés, Javier Lambán, “no se están cumpliendo”. Este es, en teoría, el motivo de la ruptura de Podemos con Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha, un movimiento drástico más en la línea de Iglesias que de Errejón, que podría repetirse en otras comunidades como Aragón y Extremadura. Así lo ha advertido Echenique y ha sido entendido como un aviso sobre la inestabilidad añadida que Podemos provoca en el PSOE.

Campaña por sorpresa.

En el plano simbólico, Iglesias y dirigentes afines como Juan Carlos Monedero sorprendían este fin de semana con una campaña audiovisual titulada Vamos! que aparentemente no tenía más motivo que proclamar un lema que, una vez más, choca con Errejón. En el vídeo, Iglesias y los suyos defienden que “solo en el pueblo confiamos”, curiosamente, solo unos días después de que Errejón declarara en la Universidad Podemos su confianza en las “instituciones” y avisara de que no es viable la hipótesis de que “se van a caer las instituciones”. “No se van a caer y, de hecho, no necesitamos que se caigan”.