Objetivo: enterrar a Pedro Sánchez

28 / 04 / 2017 Luis Calvo
  • Valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • Tu valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
¡Gracias!

Susana Díaz busca una victoria total que aparte para siempre de la primera línea al exsecretario general y los suyos. La propia presidenta ha vetado que se prepare una salida digna para él. “Lo quiere muerto”, confirma un dirigente. 

El candidato socialista francés, Benoît Hamon, tras conocer los resultados de las elecciones. Foto: Martin Bureau/AFP

Hace solo unos meses, cuando ya parecía claro que el PSOE se dirigía inevitablemente hacia la ruptura, Alfredo Pérez Rubalcaba, José Blanco y algunos otros históricos con peso dentro del partido trataron de buscar una salida digna al entonces secretario general. Algunos de ellos creían que el enroque de Pedro Sánchez en su puesto tenía en parte que ver con el oscuro futuro laboral que le esperaba si dejaba el cargo. Sin apenas recorrido político de peso, tras encadenar fracaso tras fracaso y con una carrera profesional previa a la política un tanto precaria, estaban convencidos de que Sánchez no desaprovecharía un puente de plata que le asegurara el futuro, incluso si lo habían tendido sus enemigos. Se equivocaron y la operación nunca cuajó. El enfrentamiento por la abstención socialista se enquistó y terminó con un Comité Federal fratricida del que salieron dos bandos irreconciliables. La discrepancia ya no era solo política, sino también personal.

El refugio andaluz

Hoy la oferta no sigue en pie. A pesar de que algunos dirigentes empiezan a pensar en el día después de las primarias y han planteado de forma discreta la necesidad de un plan que garantice el futuro de los derrotados, ni uno ni otro bando parecen preocupados de integrar a sus rivales. Susana Díaz no lo necesita. Incluso aunque perdiese, la presidenta andaluza mantendría todo el poder en su feudo. Y tiene suficiente poder institucional en otras comunidades como para poder colocar a todos sus partidarios. Nadie de su candidatura, confirman desde el entorno socialista, se juega su futuro político en la votación. Si vencen, algo que dan por seguro a estas alturas, ganarán poder, si no, apenas lo perderán.Más complicada es, en caso de derrota, la situación de la candidatura de Pedro Sánchez, especialmente la del secretario general. Susana Díaz quiere al último líder socialista fuera de la política. “Lo quiere muerto”, confirma un dirigente de su entorno. La presidenta ha trasladado que no permitirá que se le proporcione ningún puesto relevante, por muy simbólico y vacío de poder que esté, desde el que Sánchez pueda rearmarse para el futuro. Ni en el ámbito del partido ni, en caso de que dependa de la influencia del PSOE, en organismos o empresas ajenas a él.Ese empeño de enterrar políticamente a Sánchez (“y cualquier rastro de su paso”, según sus enemigos más acérrimos) choca con la costumbre socialista de cuidar las figuras de sus exsecretarios generales y, en general, de aquellos dirigentes históricos que han marcado una etapa en el partido.

Tampoco lo tienen fácil aquellos políticos que han permanecido fieles a Sánchez después de su caída. En caso de que  el exsecretario general caiga derrotado, a muchos de ellos les costará repetir en las listas o mantener el control de las regiones en las que dirigen el partido. Con total seguridad, la candidatura ganadora tratará de volver a controlar el partido en todos sus ámbitos. Los diputados críticos, el núcleo institucional de la candidatura de Sánchez, saldría del Congreso en la próxima cita electoral.

Para leer el artículo completo puede comprar la revista de papel o acceder a la versión digital en Tiempo, Zetakiosko o Kiosko y más.
Grupo Zeta Nexica