Meditación a los pies de la tumba de Franco

09 / 03 / 2017 Antonio Rodríguez
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La abadía del Valle de los Caídos organiza su primer retiro para jóvenes atraídos por la vida monástica.

La misión de los monjes de vida contemplativa que viven en el Valle de los Caídos es “rezar a diario por los caídos en la Guerra Civil”

“¿Quieres vivir como un monje? La experiencia de dos días en una abadía”. Así inicia la abadía del Valle de los Caídos su último anuncio en las redes sociales, en el que da detalles de su primer fin de semana de retiro para que jóvenes “con inquietudes vocacionales puedan descubrir si el Señor les llama a este estilo de vida”. La caída en el número de personas que son ordenadas sacerdotes no cesa desde hace años, pero este polémico lugar dirigido por el joven prior Santiago Cantera no pierde la esperanza. “En la era de Internet, las tabletas y los smartphones, Dios sigue llamando a algunas personas a retirarse del mundo y ser monjes”, se argumenta en el anuncio.

Prueba de ello, según la abadía, es que la mitad de los conventos de vida contemplativa del mundo se encuentran en España, aunque este liderazgo mundial se debe sobre todo a los cerca de 900 monasterios femeninos que hay en nuestro país. La mayoría de estos conventos son de clausura papal. Es decir, se rigen por las normas que fija el Vaticano. Y si España sigue siendo la primera potencia mundial en monjas de clausura, ello se debe al gran número de novicias que se han captado de la India e Iberoamérica.

Dormir en una celda

En el caso del Valle de los Caídos, es la orden benedictina la que custodia y reza en el lugar y solo los hombres tienen derecho a ingresar en ella. El fin de semana de retiro vocacional será del 17 al 19 de marzo y los participantes (hasta un máximo de 16) podrán compartir el rezo de laudes y vísperas con los frailes, así como seguir el horario monástico y dormir en una de las celdas de la abadía.

La misión de los monjes de vida contemplativa que viven en el Valle de los Caídos es rezar “a diario” por los caídos de los dos bandos en la Guerra Civil. En la basílica subterránea reposan los cuerpos de cerca de 34.000 fallecidos en la contienda, “por los que se elevan plegarias y se celebran misas como gesto de paz y reconciliación”, aunque las tumbas más famosas son las que están en el altar de la basílica y que corresponden al general Francisco Franco y al fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera.

Precisamente, el Tribunal Supremo rechazó esta semana el recurso presentado por el exmagistrado Baltasar Garzón y los abogados Manuel Ollé y Eduardo Ranz en el que solicitaban que el Valle de los Caídos se convirtiera en un Espacio de Memoria de las Víctimas y, por ello, se trasladasen los cuerpos de Franco y Primo de Rivera.

Los tres abogados reclamaron que los restos de ambos se depositen en el lugar que designen las respectivas familias y recordaron que, en este caso, el arzobispado de Madrid estaba vulnerando los cánones eclesiásticos que expresamente señalan que no deben enterrarse cadáveres en las iglesias a no ser que se trate del Papa, arzobispos o meritorios.

 

Acto público

La demanda reclamaba la constitución de una dotación económica, a cargo del Estado, para la exhumación e identificación de los restos de las víctimas inhumadas en el lugar, previa solicitud al efecto. Incluso plantea la convocatoria de un acto público en sede parlamentaria, “para que la autoridad competente del Estado pida perdón a las víctimas del franquismo y a sus familiares como manifestación del pleno reconocimiento y reparación moral”.

La demanda solicitaba la anulación de los decretos de creación de la basílica y de la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, “en cuanto contradicen la letra y el espíritu de la Constitución y la Ley de Memoria Histórica, por la que se reconoce y amplía derechos y establecía medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura”. Pero iba más allá, al pedir “un nuevo marco jurídico para el Valle y la institución que lo dirige, sus bienes y cuantas otras relaciones y situaciones jurídicas puedan verse afectadas”, de forma que incluya la transformación del citado lugar. 

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