Martínez-Maíllo, peso pesado del nuevo PP

21 / 02 / 2017 Luis Calvo
  • Valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • Tu valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
¡Gracias!

El zamorano se consolida como número tres del partido y sustituirá a Cospedal en el día a día de la formación.

Fernando Martínez-Maíllo junto a Dolores de Cospedal y Mariano Rajoy en el congreso del PP. [Foto: Sergio Pérez/Reuters]

En junio de 2015 Mariano Rajoy decidió renovar el PP con la incorporación de sangre nueva, caras jóvenes que renovaran la imagen del partido ante el empuje de los nuevos partidos y los desvincularan de la peor etapa de la corrupción. De golpe entraron como vicesecretarios Andrea Levy, Pablo Casado y Javier Maroto, todos menores de 45 años. Y con ellos un semidesconocido Fernando Martínez-Maíllo, hasta entonces presidente de la Diputación de Zamora y recién elegido alcalde de Casaseca de las Chanas.

Martínez-Maíllo asumió la vicesecretaría de Organización y Electoral del PP, un cargo que a priori le aseguraba muchos incendios por apagar y pocos reconocimientos. No se arrugó. En poco más de año y medio ha sabido volverse imprescindible para Mariano Rajoy. Fue él quien tuvo que gestionar la salida de Esperanza Aguirre de la presidencia del PP madrileño y la creación de una gestora con Cristina Cifuentes al frente. También el escándalo con Rita Barberá y la reacción del partido para desvincularse de la alcaldesa. En su hoja de servicios, sin embargo, tiene especial peso el diseño de la segunda campaña electoral de las generales, más cercana y centrada en un puñado de provincias en disputa. Su estrategia logró que el PP recuperara 14 escaños y Rajoy le encargó la negociación de investidura con Ciudadanos. Como número tres, Martínez-Maíllo mantiene además contacto con todas las organizaciones territoriales y ha mantenido el PP en paz pese al fantasma de la corrupción. 

Su trabajo le valió que el presidente le encargara la ponencia de mayor peso, la política y de estatutos, un indicio de que iba a ser ascendido tras el congreso. Martínez-Maíllo logró pactar la mayoría de enmiendas presentadas, como las que defendían primarias en la elección de cargos, y negoció para tumbar la más discutida que había llegado viva a la votación: la que pretendía prohibir la acumulación de cargos y habría supuesto para la secretaria general, María Dolores de Cospedal, la obligación de elegir entre ser número dos del partido y mantener la cartera de Defensa. Lo hizo no sin polémica. El recuento de la votación, a mano alzada, con cartulinas de colores, se hizo en apenas 30 segundos. A pesar de que había algo más de 3.000 compromisarios, solo votaron 639: 328 votos en contra y 303 a favor, y ocho abstenciones. Los promotores de la enmienda denunciaron pucherazo y pidieron las grabaciones de la votación para un nuevo recuento, pero el PP sostiene que no existen imágenes del momento.

Para leer el artículo completo puede comprar la revista de papel o acceder a la versión digital en Tiempo, Zetakiosko o Kiosko y más.
Grupo Zeta Nexica