Los obispos se resisten a la crisis

El Ministerio de Hacienda le ha hecho las cuentas definitivas a la Conferencia Episcopal Española sobre el último ejercicio del que se tienen datos sobre la recaudación de lo que recibe la Iglesia por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Los obispos han recibido menos dinero del que tenían presupuestado, aproximadamente un millón de euros menos de los 250 millones que tenían previstos para 2017. De esta manera, el fondo de reserva que constituyeron en años anteriores con lo recibido por la asignación tributaria tendrá que equilibrar las cuentas con los intereses que genera o usando directamente parte de ese fondo.

 

La reforma

Este colchón financiero, que ha llegado a alcanzar los 40 millones de euros, ha permitido a los obispos adecuarse a los vaivenes de la recaudación del impuesto desde que dejaron de tener garantizada una cantidad mínima a través de los Presupuestos Generales del Estado. Esto desapareció en el año 2007, en que pactaron con el Gobierno una reforma de su sistema de financiación.

En este ejercicio se ha podido comprobar que a los obispos les cuesta mucho meter la tijera en sus presupuestos. En la sede de la Conferencia Episcopal sabían que la rebaja fiscal introducida por el Gobierno de Mariano Rajoy iba a traducirse en unos menores ingresos también para la Iglesia católica por el IRPF. Los obispos no fueron capaces de digerir esta previsión, por lo que los presupuestos para este año preveían unos ingresos por el IRPF de 250,2 millones de euros.

Los datos oficiales muestran que finalmente se ha producido una caída de 5,1 millones de euros en la recaudación en las comunidades autónomas de régimen fiscal común respecto al ejercicio anterior. No obstante, esta caída se ha visto compensada en su mayor parte debido a que cambios en la fiscalidad de las haciendas del País Vasco dieron como resultado un fuerte incremento de los ingresos, en unos cuatro millones de euros. El resultado final es que los obispos han recibido casi 1,1 millones menos por el IRPF que el año anterior.

 

Liquidación

Desde la liquidación del ejercicio de 2012, los obispos confiesan los intereses que les renta su fondo de reserva. Ese año fue de 3,1 millones de euros. Los dos siguientes consiguieron 2 y 1,8 millones respectivamente: casi 7 millones de euros en total. Los fondos del IRPF más los intereses financieros dan un superávit de 2,9 millones en 2012. En 2013 cosechó un déficit de 1,4 millones y en 2014, último ejercicio liquidado, el superávit alcanzó los 4,8 millones. Este resultado ha dependido de gastos como los fondos dedicados a la cadena de televisión 13TV, que en 2013 llegaron aproximadamente a 6 millones de euros, lo que hizo que el gasto quedara 3,6 millones por encima de lo presupuestado. Los envíos de fondos a las diócesis se mantuvieron casi igualados entre 2012 y 2013 y subieron unos 2 millones en 2014.

En cuanto a los presupuestos de 2015 a 2017, que aún no se han liquidado, la recaudación del IRPF les da margen para tener superávit en 2016 si el gasto no se dispara sobre lo previsto. En 2016 recibieron por IRPF 1,7 millones más de lo que calculaban. Pero no ocurre así en los otros dos ejercicios. El primero que se liquidará, este mes de junio, es 2015, con un millón menos en IRPF de lo presupuestado. En 2017 también van a recibir 1,1 millones menos de lo que calcularon, pero queda por saber si los ingresos financieros taparán ese hueco. A pesar de la menor recaudación en el último ejercicio conocido, en la sede de la Conferencia Episcopal ven con optimismo el futuro, ya que la evolución de la recaudación del impuesto sobre la renta en los primeros meses de este año ha crecido un 7%.