Los filántropos españoles

Los veinte millones de euros que Amancio Ortega, el hombre más rico del país y la tercera fortuna del mundo, ha destinado a Cáritas en plena crisis ha causado un gran revuelo. La suma del dinero que  las grandes fortunas españolas han dedicado a sus proyectos filantrópicos en los últimos años supera los 300 millones de euros.

Los datos que se pueden conocer de la actividad de las diferentes donaciones no son homogéneos. Unas ofrecen la información del total de sus inversiones anuales y otras no. Pero una estimación sobre las cantidades invertidas por las principales fortunas españolas desde el año 2006 alcanza una cantidad de más de 300 millones de euros en este periodo. La suma de las cantidades calculadas por esta revista para la actividad de las fortunas españolas más importantes alcanza los 110 millones de euros anuales, según el último ejercicio del que se tienen datos.

La donación de Amancio Ortega ha tenido especial relevancia por su cuantía y por haberse dedicado a Cáritas. En un país con más de cinco millones de parados y con continuas noticias sobre personas que se quedan sin casa, que necesitan de comedores sociales o de medicamentos, Cáritas y otras ONG han informado de que la riada de personas que llaman a sus puertas les desborda. Cáritas ha atendido el año pasado a 1,8 millones de personas, 200.000 más que el año anterior. En paralelo, las donaciones a esta entidad han crecido, pero los 20 millones de Amancio Ortega han sonado a llamada de atención sobre esta situación y sobre el papel que juegan las grandes fortunas. Más si les va bien. Inditex consigue beneficios a pesar de la crisis. Amancio Ortega, que se ha convertido en el principal filántropo del país, tiene una fortuna estimada en 37.500 millones de euros y, según Bloomberg, es la tercera mayor del mundo.

La crisis económica ha provocado también una mayor sensibilización en cuanto a las donaciones. Cáritas ha experimentado un incremento del 3,4% de la contribución de los donantes privados respecto al año anterior.

Durante años el porcentaje del 0,7% ha servido como referente u objetivo en los recursos que los Estados deberían dedicar como mínimo a la cooperación. Este mismo porcentaje se ha trasladado al impuesto sobre la renta. El 0,7% de la cuota del IRPF se dedica a fines sociales o a la Iglesia católica. Ahora resulta que los recursos que alguna de las grandes fortunas españolas dedica a sus fundaciones parece que tienden a tener este porcentaje como referencia.

Dotaciones fundacionales.

Amancio Ortega ha destinado a los proyectos que apoya recursos por un total de 66 millones de euros. Además, su fundación tiene una dotación inicial de 60 millones de euros que se mantiene invariable a lo largo de los años, ya que las donaciones que realiza provienen de nuevos recursos que ingresa Ortega a la misma. Entre las inversiones que realiza y la dotación fundacional, el dueño de Inditex ha comprometido un total de 126 millones de euros en los últimos años.

Una parte importante de las grandes fortunas españolas dedica parte de su dinero a obras filantrópicas. Ahí se pueden encontrar también fundaciones históricas como la Ramón Areces, creada por el fundador de El Corte Inglés, o la fundación Juan March. Esta última se gastó el año pasado 11,4 millones de euros. Los proyectos a los que se dedican están marcados a menudo por circunstancias personales que han vivido los filántropos, como, por ejemplo, la experiencia de un familiar discapacitado.

En algunos casos la información sobre la cuantía económica de las donaciones es delicada. Así se pudo comprobar cuando Cáritas informó de la donación de 20 millones de euros de la fundación Amancio Ortega. Inmediatamente el asunto causó un gran revuelo en Twitter. La información se distribuyó porque se consideró que se trataba de una donación muy significativa, que supone aproximadamente el 8% del presupuesto anual de Cáritas. Sin embargo, esta institución hace énfasis en la importancia de las aportaciones de los pequeños donantes y prefiere no informar de otros casos de donaciones realizadas por las grandes fortunas españolas, tanto directamente como a través de sus fundaciones. En cualquier caso, estos 20 millones de euros no conocen precedentes, según el director de gestión de Cáritas, José Luis Pérez Larios.

La fundación Amancio Ortega, como otras, tiene especial cuidado en no ofrecer datos de las aportaciones a proyectos en los que participan otras entidades. Este es el caso, por ejemplo, del apoyo de la fundación del dueño de Inditex a las becas High School, que financian un año académico en Estados Unidos, en las que participan también otras fundaciones como la Barrié de la Maza, creada por el que fuera fundador de Fenosa y el Banco Pastor. Sin embargo, la fundación Amancio Ortega ha dedicado un total de 46 millones de euros a los proyectos en marcha en los que participa. Si se suma la donación a Cáritas, el total asciende ya a 66 millones de euros.

Galicia, España, Tanzania.

Los proyectos que apoya Ortega sirven para conocer, como comentó un día uno de los responsables de su fundación, dónde tiene puesto su corazón. Ahora, el dueño de Inditex ha subrayado el salto a los proyectos con repercusión en toda España con su donación a Cáritas. Pero antes, el dueño del imperio textil enfocó sus donaciones, en primer lugar, a su tierra. Muchas de ellas se destinan a proyecto radicados en Galicia, no solo para revertir su fortuna en su tierra, sino porque, según los que le conocen, la gusta poder seguir de cerca, físicamente, los proyectos a los que destina su dinero.

Ortega comenzó por una donación de un millón de euros para la informatización de las aulas del colegio Ponte dos Brozos de Arteixo, el pueblo donde se encuentra la sede de Inditex, pero luego amplió su ámbito de actuación hacia las personas más desfavorecidas. Estas donaciones coincidieron con el comienzo de la crisis económica y se concentran en dotar de infraestructuras físicas a entidades que trabajan en esta área. La donación a Cáritas, según analizan en la fundación, es más bien una respuesta a un uso directo y urgente frente a situaciones de necesidad que se han hecho más evidentes con la crisis. Los recursos destinados a Cáritas se dedican al programa de atención básica en España, que afronta las necesidades de alimentación, ayuda farmacéutica, servicios de vivienda y material escolar. Esta donación supone el 8% del presupuesto de esta organización de la Iglesia católica, que ronda los 250 millones de euros y supone cuatro veces más que los cinco millones de euros que la Conferencia Episcopal ha entregado a Cáritas este año.

Ortega ha destinado 25 millones de euros a la construcción de las nuevas instalaciones de la Institución Benéfico Social Padre Rubinos. Con estos recursos, esta entidad ha triplicado la superficie de sus instalaciones en La Coruña y permite ofrecer asistencia a mil personas al día.

La fundación ha dedicado también 10 millones de euros al proyecto de escuelas infantiles de Galicia que ha hecho posible la creación de 750 nuevas plazas con la construcción de nueve escuelas de la red pública para niños de cero a 3 años. Otros siete millones de euros han sido dedicados a nuevas instalaciones de Proyecto Hombre en Galicia. También ha dedicado 500.000 euros a un proyecto que, en este caso, está muy lejos de Galicia. Se trata de un proyecto formativo en Tanzania junto con la fundación Agrónomos sin Fronteras para facilitar nuevas técnicas agrícolas que mejoren la sostenibilidad de las familias. El proyecto que inauguró con la informatización de una escuela en Arteixo continúa vivo y se dedica, además, a la formación de profesores interesados por la innovación educativa. En este campo, la fundación Amancio Ortega también sostiene la plataforma virtual de herramientas educativas Proyecta.

La fundación del dueño de Inditex estudia nuevos proyectos, mientras los ya citados siguen en vigor, a excepción de la nueva sede de Proyecto Hombre, que ya ha finalizado, aunque, según dicen en la fundación, su valor social se revalida día a día.

En la fundación Amancio Ortega hacen hincapié en que estos proyectos no deben sumarse a los de responsabilidad social corporativa de Inditex, que no pueden considerarse de Ortega, sino de una empresa en la que además de él, existen otros accionistas. Esta confusión se ha producido con el donativo a Cáritas. Realmente es el primero de Ortega a la entidad de la Iglesia católica, pero como Inditex ha colaborado con ella en casos de emergencias concretas, se han confundido ambas.

Esther Koplowitz.

Esther Koplowitz, por su parte, ha destinado desde 1995 casi 100 millones de euros a proyectos financiados desde la fundación que lleva su nombre. Sus objetivos han sido la construcción de residencias para mayores y personas discapacitadas y la investigación médica. Una de las residencias, que tiene previsto construir en Valladolid y destinada a adultos con discapacidad física y psíquica supone una inversión de unos diez millones de euros. Las primeras residencias, construidas en Madrid y Valencia tuvieron un coste total de unos 18 millones de euros. Su colaboración con otras asociaciones que trabajan en este campo supera los 8 millones de euros. Además Esther Koplowitz ha donado a través de su fundación 15 millones de euros en 2008 para la construcción del Centro de Investigación Biomédica Esther Koplowitz (Cubek).

Por su parte, su hermana Alicia, a través de la fundación que tiene su nombre, es de las que, con la crisis, destina más recursos a sus proyectos. Por ejemplo, ha incrementado sus activos el año pasado en casi seis millones de euros hasta llegar a los 17 millones, lo que supone alrededor del 1% de la fortuna de su creadora, que ronda los 1.600 millones de euros. En 2011 la fundación ha invertido 3,7 millones de euros frente a los 2,9 millones del año anterior. Su labor se centra en programas relacionados con la salud mental de la infancia y la adolescencia y la mejora y desarrollo de las vidas de niños y adolescentes en situaciones de dificultad social que tutela en hogares de la fundación a niños y jóvenes hasta los 18 años o hasta que resuelvan su independencia.

La fundación Botín invirtió 30 millones de euros en el año 2010, dedicados a áreas que van desde la educación y la ciencia al desarrollo rural, arte y cultura, acción social y observatorio de tendencias. Desde 2006 hasta el ejercicio antes citado, la suma de las cantidades comprometidas asciende a 110 millones de euros. Uno de sus programas más llamativos ha sido el de Talento Solidario, al que ha destinado algo más de un millón de euros, para apoyar proyectos de fundaciones y profesionales de éxito del ámbito social que se han quedado fuera del mercado de trabajo como consecuencia de la crisis.

March y Areces.

Una fundación histórica es la Juan March, que en el último año dedicó 11,4 millones de euros a sus actividades, relacionadas con el mundo cultural, y que ha invertido en su labor 63,1 millones desde 2006. Otra es la fundación Ramón Areces, una de las más importantes del país, creada por el fundador de El Corte Inglés, que comenzó con 2.000 millones de pesetas (doce millones de euros) en el año 1976. Hoy destina 5,4 millones de euros a proyectos relacionados con las ciencias sociales y de la vida y 2,8 millones a becas, lo que suma un total de 8,2 millones de euros y 46,4 millones desde el año 2006. Otra fundación ligada a una saga empresarial es la Barceló, que dio sus primeros pasos en 1989, cuenta con un patrimonio de 23 millones de euros y se ha gastado el pasado año 1,1 millones de euros en sus ayudas a programas de cooperación internacional en los países más desfavorecidos.

La exmujer de Amancio Ortega, Rosalía Mera, la cuarta fortuna del país, con 3.400 millones de euros, está volcada con la fundación Paideia, que también se concentra en viveros de empresas o fomento del empleo, además de hacerlo sobre iniciativas orientadas a la integración de personas con discapacidad física. Pero Mera no es amiga de ofrecer detalles de la cuantía económica de su actividad, una prevención que también se encuentra, aunque en menor medida, en otros filántropos.

Y no solo están las caras de siempre. En 2010, José Ignacio Goirigolzarri dirigió sus inquietudes hacia la creación de la Garum Fundatio, dedicada a apoyar proyectos de dinamización empresarial en Sudamérica. El emprendedor Martín Varsavsky también ha creado otra, muy centrada en la mejora de la educación a través de la tecnología. También están relacionados con una fundación el dueño de Mercadona, Juan Roig, la tercera fortuna del país según la revista Forbes, que acaba de crear la fundación Trinidad Alfonso. Su familia está ligada además a la fundación Roig Alfonso, dedicada a la integración de personas con discapacidad intelectual.