Las mujeres reinarán en Europa

En el Viejo Continente hay diez países con casas reinantes: siete reinos –España, Reino Unido, Noruega, Suecia, Dinamarca, Países Bajos y Bélgica–, un gran ducado –Luxemburgo– y dos principados –Mónaco y Liechtenstein–. En el transcurso de unas décadas se producirá una situación sin precedentes: una mayoría de mujeres coparán las principales monarquías europeas salvo la británica, que quedará en manos de hombres por varias generaciones una vez que concluya el larguísimo reinado de Isabel II.

Al igual que Leonor (2005) reinará en España algún día, otras monarquías europeas esperan a una mujer en el trono con la única excepción del príncipe Christian (2005) en Dinamarca. Así, Ingrid (2004) llegará al de Noruega tras su padre, el hoy príncipe Haakon. Estela (2012) hará lo mismo en Suecia una vez que le ceda el testigo su madre, la hoy princesa Victoria. Mientras, las tres coronas del Benelux pueden quedar en manos de mujeres en el futuro: Isabel (2001) será la primera reina en la historia de Bélgica cuando concluya el reinado de su padre Felipe, Amelia (2003) sucederá a Guillermo en Holanda y en Luxemburgo aún cavilan con la posibilidad de que la princesa Amalia (2014) se convierta algún día en gran duquesa. ¿Por qué? El actual príncipe heredero, Guillermo, aún no ha tenido descendencia desde que contrajo matrimonio con Stéphanie en 2012. Entre tanto, su hermano menor Félix ya tiene dos hijos –la citada Amalia es la mayor–, de ahí que la pequeña sea heredera directa en la actualidad. Para más inri, los principados de Mónaco y Liechtenstein tendrían hoy en día princesas herederas si no fuese por la ley sálica que impera en ambos microestados, una discriminación que comparten con España entre las monarquías europeas. La monegasca Grabiela fue la primera en nacer en el parto de mellizos que tuvo la princesa Charlene, pero el título hereditario recayó en su hermano Jaime (2014), quien vino a este mundo dos minutos después.

En Liechtenstein, la princesa Carolina (1996) fue la primera hija del príncipe heredero Alois, pero no está en la línea de sucesión ya que las mujeres no acceden allí al trono. Su hermano José Venceslao será, por tanto, el sucesor en este país centroeuropeo.

El ejemplo británico

En las últimas décadas se han modificado las constituciones que relegaban a las primogénitas en la línea de sucesión en países como Suecia (1980), Holanda (1987), Noruega (1990) y Bélgica (1991). Los Países Bajos, además, tienen una avalada tradición de reinas, que se han sucedido a lo largo del siglo XX (Guillermina, Juliana y Beatriz). Dinamarca consagró la igualdad sucesoria en 2009 tras un referéndum y en el Reino Unido, donde las tradiciones son tan difíciles de cambiar, el Gobierno de David Cameron tumbó en 2012 una ley con tres siglos de antigüedad que concedía preeminencia a los varones. ¿El motivo? Los duques de Cambridge habían anunciado su primer embarazo. Así que entre las grandes monarquías solo queda España por acabar con esta discriminación.

Catalina Amalia de Holanda, princesa de Orange, nació el 7 de diciembre de 2003 en La Haya. Es la heredera de la Corona de los Países Bajos tras la abdicación de su abuela Beatriz, que reinó durante 33 años, y la proclamación de su padre, Guillermo Alejandro. Tiene dos hermanas, Alexia y Ariane. Foto: Getty/Cordon

Estela Silvia, princesa de Suecia y duquesa de Östergötland, nació el 23 de febrero de 2012. Es la más joven de las futuras reinas de Europa. Hija primogénita de Victoria y Daniel Westling, es la segunda heredera al trono tras su madre. Tiene un hermano menor, Óscar. Foto: Getty/Cordon

Isabel de Bélgica, duquesa de Brabante, nació el 25 de octubre de 2001 en Bruselas. Es la primera en la línea sucesoria al trono del país tras la abdicación de su abuelo, Alberto II, y la investidura al trono de su padre, Felipe de Bélgica, que ocurrió en 2013. La princesa tiene tres hermanos: Gabriel, Manuel y Leonor. Foto: Getty/Cordon