La trama que acabó con Esperanza Aguirre

28 / 04 / 2017 Javier Otero
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La detención y encarcelamiento de Ignacio González, el delfín de Esperanza Aguirre, ha llevado a esta a dimitir. Chivatazos, denuncias archivadas, redes familiares, comisiones millonarias y cuentas en Suiza van más allá del caso Lezo.

El expresidente de Madrid Ignacio González. Foto: Ballesteros/Efe

Se fue con lágrimas en los ojos, confesó sentirse traicionada en su confianza por Ignacio González, que le sucedió en la presidencia de la Comunidad de Madrid y detenido en el caso que ha supuesto la puntilla en la carrera política de la incombustible lideresa del PP.

Acaba así una carrera política en la que Esperanza Aguirre ha pasado de una muy discreta relevancia política a todo lo contrario. Comenzó a conocérsela como concejala en el Ayuntamiento de Madrid, luego en el Ministerio de Cultura, donde fue conocida por algunas de sus lagunas culturales. En el Partido Popular le dieron salida hacia la presidencia del Senado, donde tampoco brilló. Su destino cambia ligado al momento en el que su partido la coloca como candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid. El presidente hasta ese momento era Alberto Ruiz-Gallardón. El PP busca rentabilizar la buena imagen de este último para mantener la alcaldía de Madrid, un objetivo más difícil en principio que la misión encomendada a Aguirre, ya que en la comunidad autónoma el PP ganaba de largo. Pero no fue así, ya que en esas elecciones estuvo a punto de perder frente al candidato del PSOE. La traición de dos diputados socialistas, lo que se conoció como el tamayazo, lo evitó. Pero la decisión de Aguirre de no salir elegida gracias a la abstención de estos dos supuso un cambio de tendencia en su imagen, que mejoró sensiblemente. Se convocaron nuevas elecciones y las ganó. A partir de ahí comenzó a hacerse poderosa, primero en el PP de Madrid y luego en el nacional, en disputa tanto con Gallardón como con Rajoy. Y así hasta hoy.

Es la tercera dimisión (antes lo hizo como presidenta de la Comunidad de Madrid, como presidenta del PP madrileño y ahora como la lideresa del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de la capital, como oposición a la alcaldesa Manuela Carmena) y todavía algunos dicen que no se sorprenderían si volviera. Regresó incluso tras una retirada por motivos de salud (un cáncer) que terminó curando. Su poder en Madrid y su carácter de referente ideológico le colocó en el mismo ascensor (literalmente, hubo una famosa escena) que Alberto Ruiz-Gallardón, otro de los que podrían haber optado al máximo poder en el PP. Pero una trama de corrupción que, según ella admitió, no vigiló, se la llevó por delante. Es la conocida como operación Lezo, la investigación alrededor de la empresa pública Canal de Isabel II. Pero no hay que olvidar que el caso estalló coincidiendo con la declaración de Aguirre como testigo en otro gran asunto de corrupción, el caso Gürtel.

Cuenta secreta

Todos sabían desde hace años que cuando se descubrieran los negocios que había alrededor del Canal de Isabel II el escándalo iba a ser mayúsculo. Todos sabían que existían. Una clave crucial fue la denuncia que hizo un diputado del PP, Jesús Gómez, que conoció los detalles de una cuenta de Ignacio González en Suiza. Informó de ello a Esperanza Aguirre, Carlos Floriano y Juan Carlos Vera. En aquel momento era secretaria general del PP María Dolores de Cospedal. Algunas personas consultadas sostienen que también conoció el caso. La denuncia no tuvo consecuencias, salvo represalias contra Gómez, según su testimonio. Sin embargo, Tiempo ha sabido que los detalles de esta cuenta recalaron en la investigación del caso Gürtel, en concreto para comprobar si había tenido que ver con las comisiones pagadas por la adjudicación de una parcela de Arganda, la más importante de este caso. La información, por lo tanto, ya estaba siendo manejada por la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) de la Policía Nacional.

También en Gürtel admitió Esperanza Aguirre su falta de vigilancia sobre sus hombres de confianza. A todo esto hay que añadir el caso Púnica, que tiene también entre rejas a Francisco Granados, que también fue su mano derecha. En una de sus vertientes se investigan los pagos a través del Canal de Isabel II a una empresa que se dedicaba a vigilar y mejorar la imagen pública de políticos del Partido Popular.

Hombre clave

El Canal, una empresa pública que gestiona el agua de la Comunidad de Madrid, es un gigante que, además, se ha extendido a Hispanoamérica, en una expansión en la que ahora la investigación judicial certifica que corrieron millonarias comisiones ilegales. Presidir el Canal es, junto con Bankia, el destino político-empresarial más importante relacionado con el poder político en Madrid. En esta empresa han recalado familiares y conocidos de dirigentes del PP, incluidos un primo de Aguirre, Francisco Javier Aguirre Pemán, y familiares de Lourdes Cavero, la esposa de Ignacio González, también salpicada en la operación Lezo. También la hija de Pedro Antonio Martín Marín (que fue secretario de Estado de Comunicación y presidente de Hispasat), sobre cuyos bienes ha pedido información el juez del caso Lezo.

Las posibilidades de negocio iban incluso a aprovecharse con la construcción de un campo de golf dentro de la ciudad de Madrid, sobre terrenos del Canal de Isabel II. Tal como publicó esta revista (ver recuadro en la página 17) y ahora confirman las investigaciones, en esta operación salieron beneficiados el hermano y el cuñado de Ignacio González y también estaría implicado el gerente del Canal de Isabel II, enviado a prisión provisional, Ildefonso de Miguel. Se trata del hombre clave de González en el Canal. Su esposa, Concepción Ruano, es consejera de la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid. Una institución que, sorprendentemente, nunca ha revisado las cuentas de la principal empresa pública de esta comunidad. Fernando Ruano, hermano de Concepción y, por lo tanto, cuñado de Ildefonso de Miguel, tal como publicó TIEMPO en 2007, fue socio de las empresas de TDT cuyas licencias fueron adjudicadas por Ignacio González y está conectado con la adjudicación de un campo de golf en el centro de Madrid sobre terrenos del Canal de Isabel II que benefició al hermano y al cuñado de González. Todo queda en familia también aquí. El reportaje de TIEMPO es citado en el auto en el que el juez Eloy Velasco envía a prisión al expresidente de la Comunidad de Madrid.

En el marco de la investigación del caso Púnica en el que se descubre que el Canal paga para mejorar la imagen de políticos del PP, esta revista adelantó el año pasado las pesquisas de la operación actual, que ha llevado a Ignacio González a la cárcel, y el decisivo papel de Ildefonso de Miguel, el hombre de González para beneficiarse de adjudicaciones públicas. A mediados del pasado mes de marzo, TIEMPO alertó de  que en el Partido Popular sospechaban que el juez Eloy Velasco tenía más información de la que aparentaba y que alguien habría cantado.

Los signos de riqueza también eran evidentes, como el polémico ático de Estepona de Ignacio González, cuya compra está llena de sombras. Ahora, con la operación Lezo, el juez ha ordenado el embargo de bienes como, por ejemplo, la casa en Aravaca a nombre de la mujer de González, Lourdes Cavero, de 447 metros cuadrados. También propiedades como las de Ildefonso de Miguel. Entre ellas se encuentra una mansión en Pozuelo (Madrid) de 634 metros cuadrados construidos junto a la urbanización La Finca, la más lujosa de Madrid, residencia de grandes fortunas y futbolistas, o dos viviendas en Las Rozas de 236 metros cada una.

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