La primavera catalana de la CUP
31 / 03 / 2017 Antonio Fernández
El asedio de un grupo de integrantes de la CUP a la sede del PP en Barcelona forma parte de una estrategia diseñada por esta formación independentista de corte radical que intenta pisar el acelerador de la ruptura con España.
Una imagen del asedio a la sede del PP por miembros de la CUP el pasado 27 de marzo.
Los independentistas preparan una primavera catalana como colofón de un largo proceso hacia la secesión y la ruptura con España. Un informe de Poble Lliure, uno de los partidos integrados dentro de la Candidatura de Unidad Popular (CUP), la formación que tiene diez diputados en el Parlamento de Cataluña, se titula, precisamente, “Despertemos la primavera del referéndum” y se basa en las reflexiones de esa decena de diputados sobre la coyuntura política para sentar las bases de la hoja de ruta de la CUP para los próximos meses.
El documento reconoce que entre los partidos que apoyan la independencia no hay posiciones comunes en torno a algunos temas y reafirma que la CUP tiene algunas ideas a las que no quiere renunciar. La primera es la celebración de un referéndum unilateral y vinculante, que también reivindican sus socios del Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT, la antigua Convergència) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Otra de las reivindicaciones de la CUP, en la que coincide con ERC y el PDeCAT, es que se apruebe una ley que dote de legalidad la convocatoria, ya que la Generalitat no tiene competencias para ello. “Nuestra intención es llevar la ley al Parlament, aprobarla y que se convoque el referéndum ese mismo día –señala un dirigente de la CUP–. Lo que tenemos claro es que el proceso solo se puede hacer con desobediencia”.
Reconocen que la hoja de ruta rupturista “está en modificación permanente” y que el objetivo de los próximos meses “es, sobre todo, garantizar que habrá referéndum y que este se materializará en condiciones de irreversibilidad para garantizar que bajo ningún concepto volveremos a la legalidad autonómica con nuevas elecciones al Parlament”.
De hecho, según manifiestan a Tiempo desde la cúpula de la organización radical, “es la hoja de ruta más sensata, porque tiene muy claros sus objetivos y los expone sin complejos”. Sin embargo, en privado, desde la CUP se critica a sus socios de ruta: “ERC está esperando a ver qué hace Convergència y esta sabe que con los republicanos hace lo que quiere. A ERC la torean, aunque es verdad que se deja torear. En toda esta amalgama, el único discurso lógico es el de la CUP”.
