Sonrisas victoriosas

Foto: Yuri Kochetkov/Efe

Si ustedes se fijan, los soldados en los desfiles adoptan básicamente dos actitudes. La primera, y clarísimamente la más frecuente, es una cara de cabreo tremendo, que el público suele interpretar como ademán severo y marcial pero es cabreo: llevan allí horas de pie sin hacer nada. La segunda es esta que ven a los militares rusos en el desfile conmemorativo de la victoria sobre los nazis: les da la risa. No se sabe por qué. Hay risas espontáneas (esta lo parece) y hay risas como las de los soldaditos de Corea del Norte, que parece que van bailando la conga y ponen tal cara de patriótica felicidad que no se la creen ni sus venerandas madres. Pero estos parece que se ríen de buena gana: seguramente ya les han dicho que la semana que viene irán a combatir a Siria. Quizá sea eso. Ojalá no.