Asesinos en el nombre de Dios

Foto: Mohamed Abdiwahab

En Somalia, el país más peligroso del mundo, seguir vivo es un logro diario. La religión, o mejor dicho, los fanáticos que matan en su nombre, no dejan de sacudir un país ya devastado por años de pobreza y guerra civil. En nombre de Alá, militantes de Al-Shabaab, una organización vinculada a Al-Qaeda, arrasaron la semana pasada su capital, Mogadiscio, con dos camiones bomba. Murieron cerca de 350 personas, la enorme mayoría seguramente musulmanes. Otro fanático, el inquisidor Arnaldo Amalric, católico para más señas, gritaba en el siglo XIII aquello de “Matadlos a todos. Dios reconocerá a los suyos”. Da igual la religión, los locos y asesinos siempre piensan parecido.