La enmienda de la discordia

Rajoy y Cospedal llegan a una reunión del PP. [Foto: Tarek/Efe]

Nada más tomar el mando de los Ejércitos, Cospedal aseguró en una charla informal con periodistas que continuaría en la secretaría general del PP tras el congreso del partido. “No os vais a librar de mí”, apostilló en tono irónico. Pasados los meses, todo el mundo dentro del PP coincide en que hay que esperar a ese cónclave para ver “qué pasa” y que la última palabra la tendrá el propio Rajoy. Igualmente, se da por hecho que Cospedal seguirá como secretaria general con el poder intacto, mientras que Fernando Martínez Maíllo ascenderá de su actual vicesecretaría de Organización al puesto de coordinador general.

La ministra de Defensa fue elegida número dos de Rajoy en el congreso de Valencia de 2008 y luego confirmada para ese puesto en febrero de 2012 en Sevilla. En ese momento, ocupaba además la presidencia de Castilla-La Mancha, lo que ya provocó recelos en otros barones territoriales, aunque ahora admiten que tendrán que seguir a las órdenes de Cospedal, al menos de forma orgánica. Con el paso de los días, el principal fuego amigo contra la ministra ha llegado de parte de un edil desconocido hasta ahora de San Clemente (Cuenca). Francisco Risueño, afiliado por esta localidad, envió a Génova una enmienda para abordar el tema de las incompatibilidades. No es la única, pues del total de 1.285 enmiendas enviadas a la sede principal del PP para la ponencia de Estatutos que se debatirá en el congreso, hay varias que abordan el asunto de la acumulación de cargos, otras que piden que no se puedan compaginar dos puestos dentro de la formación conservadora y otras, las menos, que un dirigente no tenga un puesto en el partido y otro en el Gobierno. Pero la única en la que se cita expresamente el nombre de la secretaria general del PP es la del concejal Risueño.

La iniciativa ha provocado marejada interna porque proviene, precisamente, de Castilla-La Mancha, en la que Cospedal sigue siendo la presidenta del PP. Fuentes populares opinan que esta enmienda obedece a antiguas desavenencias. Es más, las aguas del PP de Cuenca bajan revueltas desde que se puso a Rafael Catalá, ministro de Justicia, como cabeza de lista para las elecciones en vez de a una persona de la provincia. A todo ello se suman varias voces críticas en Cuenca que llevan tiempo exigiendo un congreso abierto a la militancia. A pesar de ello, la mayoría de los dirigentes considera que Rajoy no hará cambios, que la mantendrá al frente y que el enjuague se conseguirá con la figura del coordinador para repartir tareas.