La chica de oro

¿Qué tiene Paula Echevarría que todo lo que toca lo convierte en oro? Corre el peligro de que le pase como al rey Midas, al que el dios Dionisio le otorgó ese poder y ni siquiera podía comer porque hasta los alimentos se transformaban en dicho metal cuando los tocaba. A punto de cumplir los 40, el día 7 de agosto, la figura de la actriz cobra más fuerza que nunca. Las grandes marcas se la rifan y sus apariciones públicas valen, como decíamos, oro: una presentación, un tuit, un perfume, un champú, su móvil, la ropa que lleva, los biquinis que se pone en la playa... todo se convierte en dinero contante y sonante si es ella la protagonista.

Y la separación de su marido, el cantante y extriunfito David Bustamante, ha venido a aumentar aún más la cotización de esta actriz, modelo, influencer, it-girl y mujer anuncio. Es sabido que en España un divorcio a tiempo revaloriza el caché de sus protagonistas, Isabel Preysler sería uno de los ejemplos más claros, pero hay muchos más. Antes del anuncio de la separación, el caché de Paula Echevarría estaba estipulado en 30.000 euros por aparición en photocall, en estos días, el producto o marca que quiera contratar sus servicios no pagará menos de 50.000 euros, según evalúan expertos en marketing. 

Valoración mediática

Según Santiago Mollinedo, director general de Personality Media, consultoría que asesora a los anunciantes para tomar una decisión adecuada a la hora de contratar un personaje famoso: “Vemos que Paula ha aguantado mejor el choque en esta separación que David Bustamante, quizás por una mayor presencia en medios, tanto en eventos donde ha dado su opinión y en campañas publicitarias con imagen que se mantienen y ayudan a impactar más positivamente en el consumidor, en lugar de esconderse o enfrentarse a la prensa en sus escasas apariciones, como ha hecho Bustamante”.

El estudio que Personality Media acaba de realizar sobre la pareja da como resultado “un dato alto de conocimiento de Paula: el 85% de la población asegura que conoce a la actriz y este dato sigue acompañado de valores de imagen muy positivos que no han sufrido alteraciones relevantes. Así, los consultados destacan en ella su ‘naturalidad’: 5,9; ‘modelo a seguir’: 6,0, que apenas bajan un -0,1. Repite valores como ‘llamar la atención’: 6,2; ‘elegancia’: 7,5; y ‘atractivo’: 7,9, con exactamente el mismo dato de hace seis meses, antes de su crisis matrimonial”. La variable que más se altera, “aunque tampoco en exceso, es la de ‘confianza’, en -0,3, pasando de 6,6 a 6,3, sí es cierto que es el dato más bajo de todo su histórico desde el primer dato que recogimos de ella en 2005. Debería recuperarse en los siguientes meses, pues manteniendo el resto de valores altos, este dato tenderá a volver a la normalidad”, explica Mollinedo. No pasa lo mismo con David Bustamente (97% de conocimiento entre los encuestados). “Aquí sí vemos una caída de casi un punto en la variable ‘familiar’, de 6,9 a 6,1. Esta variable es la que más había ido construyendo año tras año desde su matrimonio y vuelve a valores de 2006. ‘Confianza’, que había alcanzado su punto más alto a finales de 2016, cae de 6,4 a 5,8 a día de hoy. Del mismo modo ‘agrada ver’ o ‘modelo a seguir’ están en un 5,3 y caen medio punto. Esta última variable es en la que más baja valoración obtiene el cantante”. ¿Vencedores y perdedores? “De momento parece que es él quien, bien por su escasa posición ante el problema o bien por la defensa de ella, no ha quedado en tan buen lugar como su expareja... veremos cómo evolucionan a medida que recuperen su actividad profesional”, concluye Mollinedo.

Por ahora la asistencia de Paula Echevarría a cualquier evento supone atención garantizada, como se pudo constatar en la comunión de su hija Daniella, convertida en todo un acontecimiento mediático. Otro hito fue cuando, transcurridas tan solo 48 horas de la noticia de su separación, el pasado mes de abril, Paula comparecía en la presentación de su fragancia Sensuelle, en Madrid. Allí acudieron medio centenar de medios de comunicación. Y aunque fueron pocos los que se interesaron por las características de su nueva fragancia –la tercera que lanzaba al mercado–, y sí por los detalles que la habían llevado a su separación, Paula se embolsó por tan solo una hora de trabajo 40.000 euros, cuando hasta entonces había ganado unos 20.000 en sus anteriores proyectos relativos a sus perfumes. 

Joyas y moda. Arriba, con Rosa Oriol y Salvador Tous, de la firma joyera Tous, y Eugenia Martínez deIrujo. Abajo, con Alicia Hernández, de Dolores Promesas. Fotos: C. Álvarez/Getty, Ugi/Euroimagen

Su marca vende

El caché de Paula es de los más altos entre las famosas, a la altura del de Sara Carbonero. Parte del éxito se lo debe a su representante, Ana Tenorio, su mano derecha y la persona que ha sabido gestionar con inteligencia su carrera. La marca Paula vende y ella la ha movido bien en el mercado asociando su imagen a primeras firmas como Tous, Pantene, Samsung, Hawkers o Calzedonia. Con la mayoría de estas marcas Paula tiene un contrato al año de seis cifras.

Pero Ana no es solo su representante, es además su confidente y una de las personas que más la conoce. De hecho, forma parte de su pandilla de amigas, un grupito que se hace llamar Las Pencas, a las que Paula confía sus secretos y con las que está disfrutando de sus vacaciones de “soltera”. Entre ellas, además de su representante, se encuentra Alicia Hernández, de Dolores Promesas, la firma que suele vestirla para sus eventos más destacados y que también lo hizo en la comunión de su hija Daniella, con el polémico vestido rosa con escote corazón y una manga a un solo hombro abullonada. Las otras dos componentes de la pandilla son Elena Hernández, ejecutiva de una agencia de comunicación, e Isabel Navarro, la mujer del coreógrafo Poty Castillo, también íntimo amigo de la pareja. Paula no gasta un duro en vestuario, muchas firmas de moda le envían la ropa a casa para que se la pruebe, solo con que salga en las revistas o pose con una de sus prendas se agotarán horas después. La publicación de una sola foto suya con una prenda determinada genera tal demanda en las tiendas que ha obligado a reestructurar la estrategia comercial de algunas marcas. Tampoco gasta en los tratamientos de belleza que se realiza habitualmente y a los que la invitan a cambio de que los cite en las redes sociales. Y las vacaciones de este verano las está pasando “gratis total” en hoteles de cinco estrellas. Primero con sus amigas en el Marbella Club Hotel y en el Meliá Cala Galdana de Menorca; y después con su familia en el Meliá Sancti Petri, en la costa gaditana, junto a su hija y sus padres. 

Seguidores

Paula Echevarría goza de una importante herramienta de trabajo en las redes sociales, que ha sabido rentabilizar como nadie. Cuando saltó la noticia de su separación, el 3 de abril de 2017, Echevarría contaba con 1,5 millones de seguidores en Instagram. En la actualidad y tan solo unos meses más tarde tiene influencia sobre 300.000 personas más, 1,8 millones en total, lo que la convierte en la mujer española más seguida de  esta red social. Un post en su blog o una foto con alguna prenda de ropa, sus secretos de belleza informando sobre los productos cosméticos que utiliza o cuáles son sus firmas favoritas podían reportarle antes de la separación de 3.000 a 6.000 euros, dependiendo de la marca. Actualmente, un post de Paula con el impacto añadido de los últimos acontecimientos puede estar entre los 10.000 y 15.000 euros. Y como actriz protagonista de la serie Velvet, según fuentes del sector, se podría haber embolsado hasta 20.000 euros por capítulo. Si tenemos en cuenta que se graban unos trece por temporada, multipliquen... la cifra ascendería hasta los 280.000 euros. 

Influencer. Paula hace publicidad hasta debajo del agua en Instagram

Un matrimonio rentable

A Paula su matrimonio con David Bustamante le ha salido muy rentable. Cuando la pareja contrajo matrimonio en 2006, el famoso y triunfador era él. Un personaje que se había hecho muy popular y querido por el público tras su paso por Operación Triunfo, con una historia conmovedora: albañil que soñaba con cantar y que logró triunfar en televisión. Paula por aquel entonces era una modelo que con su 1,68 de estatura no podía subirse a las pasarelas y actriz de reparto de El comisario, serie de Telecinco. Bustamante estaba en una mejor posición por aquellos años, puesto que ya había conseguido el número 7 en la lista de ventas con su primer disco, Bustamante, que incluso se reeditó. Recorrió toda España de gira con la también triunfita Verónica Romero, fue imagen turística de Cantabria y participó en OT: la película. La fuerza mediática que supuso la unión de la actriz con el cantante en 2006 hizo que la vida de Paula sufriese un giro de 180 grados y se convirtiera en la chica de moda. 

La última foto juntos. Paula y David (arriba) posan juntos en la comunión de su hija Daniella el pasado junio. Después cada uno ha disfrutado de las vacaciones por su lado (abajo, la actriz con unas amigas en Menorca). Foto: Cordon Press

Separados en los negocios

Aunque hasta el anuncio de la separación el matrimonio se había mostrado sentimentalmente muy unido, en los negocios han estado separados desde un principio. La actriz fundó en junio de 2006 su propia empresa, Pec Producciones Artísticas 2007 SL para gestionar sus ingresos, cuyo último apunte contable arroja unos activos de 681.000 euros.

David Bustamante se ha apoyado en su familia para sacar adelante sus negocios. Fundamentalmente en su padre, Gervasio Bustamante Marcos, quien se ha encargado de sus cuentas desde el principio. David Bustamante fundó la empresa de gestión de salas de espectáculos Daimala Producciones SL con un capital social de 3.000 euros, en la que su padre entró como apoderado. Tiene otra constituida en marzo de 2002, David Bustamante SL, también con un capital social inicial de 3.000 euros y dedicada a la realización de actividades relacionadas con el mundo del artista y del espectáculo con domicilio social en San Vicente de la Barquera (Cantabria) y cuyo administrador único es también su padre. Y una tercera, Corocotta Producciones SL, creada en diciembre de 2006 con sede en Villanueva de la Cañada (Madrid) y dedicada a las artes escénicas en la que también figura como administrador único su padre.  Tan solo gestiona de manera individual la compañía Celeste Music Sport Production SL, creada en 2010 como agencia de colocación y actividades relacionadas con el mundo del artista con domicilio social en Jaén, de la que es accionista único y administrador. David vive fundamentalmente de su música y cobra 34.000 euros por concierto. Lo único que compartía la pareja, en régimen de separación de bienes, es su casa El cantábrico, en la urbanización de Villafranca del Castillo, en el municipio madrileño de Villanueva de la Cañada. A David le corresponde un 80% y a Paula un 20% de esta propiedad. En 2011, el matrimonio la puso a la venta para trasladarse a La finca, pero no consiguió venderla. El chalet cuenta con un jardín de 2.500 metros cuadrados, cinco dormitorios y piscina privada en una urbanización de lujo. Por su parte la actriz también tiene una casa en Carreño, Asturias. Y Bustamante otra en San Vicente de la Barquera con 3,4 hectáreas de terreno en el campo, su refugio cuando intenta desconectar. 

Divorcio

Ahora, cuando se cumplen (el pasado día 22 de julio) once años de su boda en la basílica de Santa María la Real de Covadonga, en Asturias, y otros diez de su exótica reboda balinesa, Paula y David pasan su aniversario por separado y a la vuelta del verano la pareja decidirá su futuro. Todo apunta a que firmarán definitivamente el divorcio. Casados en separación de bienes, el divorcio no debería suponer un quebradero de cabeza para poner fin a once años de matrimonio, aunque nunca se sabe.

La custodia de su única hija Daniella podría ser el único escollo si David quisiera pedir la custodia compartida.

Su vida cambió. Tras su boda en 2006 con una de las revelaciones de Operación Triunfo, David Bustamante. Entonces ella era aspirante a modelo y hacía sus pinitos como actriz en El comisario, serie de Telecinco. Foto: Korpa