Iglesias descarta dimitir y Sánchez reivindica al PSOE como “partido hegemónico”

La repetición de las elecciones mejoró con diferencia las posiciones del PP y el debilitamiento del llamado “bloque progresista”, pero ninguno de los líderes del PSOE y de Podemos, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias hicieron ademán de dar un paso atrás y reivindicaron la posición de sus respectivas formaciones en el panorama político español.

Al término del escrutinio que arrojó unos resultados para su candidatura peores que los del 20D –de 90 escaños pasó a  85 este domingo-, Sánchez proclamó que, “a pesar de las dificultades y los augurios que daban la pérdida de relevancia, el PSOE ha revalidado su condición de partido hegemónico”.

“No estoy satisfecho, pero somos la primera fuerza política de la izquierda”, dijo Sánchez, que durante toda la campaña convivió con las encuestas que anunciaban un sorpasso por parte de Podemos que finalmente no se produjo.

Unidos Podemos quedó con 71 escaños, exactamente los que tuvieron Podemos e IU por separado el 20D, en unas elecciones que hicieron añicos sus esperanzas de incrementar  el número de votos y escaños mucho más allá la suma de siglas. A pesar de la decepción y de la sensación de fracaso en el teatro donde la coalición siguió la noche electoral, Iglesias descartó abandonar su puesto.

“Cuando uno ejerce una responsabilidad política, tiene que estar preparado para asumirla en sus momentos dulces y menos dulces”. Podemos, dijo Iglesias, “sigue siendo espacio de referencia para los jóvenes en España. Nos queda mucho futuro”.

También se mostró  “muy satisfecho” con las alianzas de Podemos, incluida IU. “Consideramos, independientemente de los resultados, que la confluencia se ha revelado como un camino correcto para acercarnos a la posibilidad de un Gobierno progresista”, dijo Iglesias, que compareció ante la prensa rodeado de los primeros espadas de Podemos y junto al líder de IU, Alberto Garzón.

Negó arrepentirse, a la luz de lo resultados de este domingo, de no haber permitido hace meses la investidura de Sánchez. “Estoy orgulloso de haber sometido a las bases (una investidura de Sánchez), nosotros somos fieles a nuestra gente y sabemos a quiénes defendemos”, dijo.

A este respecto, Sánchez deseó desde su comparecencia en Ferraz que “Pablo Iglesias reflexione. Pudo votar a un presidente socialista y ha provocado la mejora de resultados del PP”, que ganó las elecciones y pasó de 123 escaños en diciembre a 137.

El presidente en funciones y candidato del PP, Mariano Rajoy salió al balcón instalado en la sede de la calle Génova junto a su mujer y rodeado de Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal, Cristina Cifuentes y los vicesecretarios del partido para dar el que dijo era “el discurso más difícil de mi vida”.

Entre cantos de “Tú sí que vales”, “Presidente, presidente” e, incluso, “Sí, se puede”, Rajoy habló principalmente para dar las gracias a su partido, a sus militantes y a sus votantes, dispuestos a “dar la batalla” en cualquier circunstancia. “No ha sido esta una etapa fácil, ha sido una etapa muy difícil pero este partido ha tenido coraje, las ganas y la determinación. Siempre había alguien, perdiendo o ganando, con un a bandera del PP que es la misma que la de España defendiendo aquello en lo que creen”, dijo.

“Este partido se merece un respeto”, dijo Rajoy, que insistió en que el PP es “el instrumento útil para España”.

Con 137 escaños, “reclamamos el derecho a gobernar, precisamente porque hemos ganado las elecciones”. “A partir de mañana tendremos que empezar a hablar con todo el mundo, y lo haremos”, aseguró Rajoy en un creciente tono presidencial. “Han sido 4 años complicados y difíciles, pero España ya asoma la cabeza, estamos caminando en la buena dirección, hemos ganado las elecciones y estamos como siempre a disposición del pueblo español”.

En número de escaños, el gran derrotado este domingo fue Ciudadanos, que pasó de 40 a 32, pero su líder, Albert Rivera, en un discurso muy parecido al de pasado 20D –cuando tampoco se cumplieron las expectativas naranjas- lanzó un mensaje exultante para asegurar que “el centro existe y el centro viene a quedarse”.

Rivera arremetió en varias ocasiones en contra de la ley electoral y lamentó la “participación más baja de la historia de España”. Pero también se mostró “más orgulloso que ayer de ser de Ciudadanos, porque hay más de tres millones de españoles que, a pesar de la polarización, la baja participación y una ley electoral profundamente injusta, han dicho que quieren centro, un cambio a mejor, no quieren corrupción en el Gobierno pero tampoco sectarismo y populismo”.

Rivera insistió a PP y PSOE en negociar un acuerdo de investidura, que no pase por el reparto de “sillones”. “Si están dispuestos a partir de mañana a sentarse para intentar formar Gobierno, Ciudadanos estará en esa mesa, pero si es para hablar de sillones Ciudadanos  estará  esperando en la oposición”.