Europa preocupa a los masones españoles

El presente y el futuro de Europa, su construcción, su actual debilidad y el claro avance en todo el continente de los partidos e ideologías que propugnan la destrucción de la Unión Europea fueron las idea protagonistas de la Asamblea General Anual de la Gran Logia Simbólica Española (GLSE), que preside la Gran Maestre Nieves Bayo Gallego y que se celebró en un hotel de Madrid, el 7 de junio pasado.

La GLSE, la organización más numerosa de la Masonería liberal de cuantas existen en España, reunió a casi dos centenares de masones y masonas, que representaban a las 41 logias de la organización repartidas por cuatro países (España, Francia, Bélgica y Suecia) y a una decena larga de delegaciones de otras tantas entidades masónicas internacionales.

Los trabajos comenzaron a las diez de la mañana y concluyeron con la puesta de sol. Como es habitual, buena parte de las sesiones se dedicaron a analizar la gestión, el crecimiento, las modificaciones reglamentarias y otros asuntos internos, pero indiscutiblemente la protagonista de la Asamblea fue la idea de Europa. Un largo trabajo leído por un masón de Madrid, y debatido luego por todos (“Los valores de la Francmasonería en la construcción de Europa”), explicaba que la Masonería es una entidad que, a lo largo de la historia, ha sido perseguida por todas las dictaduras y totalitarismos; a la vez, ha estado implicada en la construcción de una Europa común y solidaria desde hace siglos. Por eso preocupa tanto a los masones la aparición, con creciente éxito, de movimientos eurófobos que pretenden romper lo conseguido desde la Declaración Schuman, de hace 64 años, hasta ahora mismo, y de nuevo en nombre de las patrias, las exclusiones, las banderas, las diferencias y las fronteras que no dejan de crecer.

Prácticamente todas las delegaciones representantes de la Masonería de otros países (Francia, Bélgica, Suiza, Luxemburgo, Escandinavia, Rumanía, Portugal, etc.) y las entidades supranacionales como Derecho Humano manifestaron, en sus intervenciones, su clara preocupación por el avance de la extrema derecha, la extrema izquierda, euroescépticos y diversos populismos que atraen, sobre todo, a las víctimas de la crisis, y que propugnan soluciones radicales que se parecen alarmantemente a las que surgieron hace un siglo: los totalitarismos que ensangrentaron el mundo.

La Gran Maestre, Nieves Bayo, habló también largamente, y de manera más tranquilizadora, del proceso de consolidación de Europa, y acabó con una advertencia: “No estamos a salvo”, dijo. La democracia y la libertad no han sido logros irreversibles y definitivos ni una sola vez a lo largo de la historia de la humanidad. Nunca han faltado quienes usan los mecanismos de la democracia para acabar con ella. Es necesario protegerla constante y activamente. Y concluyó citando a Enrique Tierno Galván; “La paz y la libertad no se consiguen sin esfuerzo. Si quieres paz y libertad, trabaja por ellas”.