El urbanista de Gürtel recalificó suelo y ocultó su adquisición

Leopoldo Arnáiz, el urbanista que ha diseñado las mayores recalificaciones en la Comunidad de Madrid, era propietario, a través de una de sus sociedades, de terrenos en Boadilla del Monte que él mismo había recalificado. Esta ciudad es uno de los principales lugares de actuación de la tramaGürtel.

En la información que contiene el enorme sumario de este caso se pueden encontrar, además, lazos hasta ahora desconocidos entre las empresas y los testaferros de Arnáiz y las sociedades del entramado de Francisco Correa, como el hecho de que comparten los mismos testaferros. Se trata de relaciones más allá de las que han salido a la luz con los últimos informes policiales y que habían descubierto, también en Boadilla, la primera operación inmobiliaria que relaciona a Arnáiz con las empresas del caso Gürtel.

En este mismo sumario existe un documento hasta ahora inédito que destapa, por primera vez, que el arquitecto era dueño de suelo en una de las recalificaciones que diseñó. Arnáiz ha sido objeto de denuncias que sostienen que se pudo aprovechar de su posición como urbanista en estas recalificaciones, pero nunca se le ha acusado formalmente de hacerlo por ser propietario de fincas que luego iban a ser recalificadas. Arnáiz se ha escudado hasta el momento en que solamente asesoró a las empresas que compraban suelo en las áreas que recalificaba por encargo de diferentes ayuntamientos.

Documentos inéditos.

Sin embargo, en documentos solicitados en su día por el juez Pedreira, cuando parte del caso Gürtel se encontraba en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, se puede apreciar que una empresa controlada por Arnáiz a través de testaferros, Gamavila Urbana, era propietaria de terrenos en una de las recalificaciones más importantes realizadas por este arquitecto, la de Boadilla del Monte, en Madrid, precisamente el municipio considerado el epicentro del caso Gürtel. El alcalde de Boadilla, Arturo González Panero, el Albondiguilla, es uno de los principales imputados en el caso. Las denuncias de los presuntos testaferros de Leopoldo Arnáiz que se tramitan en otros juzgados han sacado a la luz el extenso entramado de sociedades que manejaba, entre ellas Gamavila Urbana. Esta empresa, precisamente, aparece como propietaria de suelo en los terrenos cuya recalificación redactó Arnáiz, contratado para ello por el Ayuntamiento de Boadilla. La empresa Gamavila, que Arnáiz maneja a través de testaferros, vendió a Centros de Equipamiento Zona Oeste al menos una finca en los terrenos donde se asentaría después la Ciudad Financiera del Banco Santander, tal como atestiguan los documentos que se encuentran perdidos dentro del sumario del caso Gürtel. Leopoldo Arnáiz fue absuelto en un juicio sobre el caso de la Ciudad Financiera, donde se le acusó de negociaciones prohibidas a funcionarios públicos por diseñar la recalificación y prestar servicio a las empresas con intereses en la zona, ya que el juez consideró que su posición de contratado por el ayuntamiento para estos trabajos urbanísticos no era análogo al de funcionario. En ese juicio no se pudo probar que Arnáiz tuviera propiedades en la zona que él mismo recalificó. Los propietarios originales se consideraron engañados al vender sus tierras a la filial del Santander. Las vendieron a unos 18 euros el metro cuadrado hacia 1998. La operación que se cita aquí es una venta de terrenos de Arnáiz al promotor de este gran proyecto de la Ciudad Financiera cuya recalificación redactó. En la documentación de esta operación se puede observar que el precio del suelo era, diez años después, de 665 euros el metro cuadrado. El valor se había multiplicado por 37.

Entramado oculto.

La operación en la que se descubre que Arnáiz era un propietario oculto de suelos en la zona es un convenio firmado por el alcalde de Boadilla, Arturo González Panero, imputado en el caso Gürtel, para la permuta de unos terrenos con la empresa Centros de Equipamiento Zona Oeste, la sociedad del Santander que gestionó los terrenos donde se construiría la ciudad financiera de Emilio Botín. En ese convenio se incluye un documento de tasación de las fincas afectadas que descubre que una de ellas, valorada en 7,4 millones de euros, había sido propiedad de Gamavila Urbana justo hasta antes de venderse a la filial del Santander en una zona cuyo proyecto de reparcelación ha sido diseñado por Leopoldo Arnáiz, circunstancia que también se refleja en la tasación de otras parcelas de la permuta.

Para entender la operación hay que conectar la información de varios casos judiciales. Una socia de Leopoldo Arnáiz, Rosa Llano, llevó a este a los tribunales por desacuerdos económicos. Este caso sacó a la luz la amplia red de sociedades controlada por el urbanista a través de testaferros. Una de ella es Gamavila, la que fue propietaria de terrenos en Boadilla, donde Leopoldo Arnáiz redactó el plan urbanístico. Pero esto no se supo hasta 2010.

La secuencia que destapa las claves ocultas de la operación se desarrolla en solo seis meses. La empresa fue constituida en el año 2004 y en ella se encontraba uno de los testaferros de Arnáiz,  Alberto Cubillo Rubiato. El proyecto de reparcelación de la zona, redactado por Arnáiz Consultores, fue aprobado por el Ayuntamiento de Boadilla en enero de 2007. El 17 de abril de 2008 Carlos Emilio Serrano Altamiras, otro testaferro de Arnáiz (que luego también aparecerá relacionado con una operación urbanística con empresas de Gürtel), aterriza como administrador único de Gamavila Urbana. La visita del tasador que certifica que esta finca clave es de Gamavila se produce el 10 de julio de ese mismo año. El 18 de septiembre la finca es vendida a Centros de Equipamiento Zona Oeste y un mes más tarde es objeto de la permuta con el Ayuntamiento de Boadilla cuyo alcalde es Arturo González Panero, el Albondiguilla.

Por otro lado, los lazos entre Arnáiz y su entorno con el caso Gürtel forman ya un conglomerado casi inseparable. Los últimos informes policiales sobre el caso Gürtel habían destapado la relación desconocida hasta ahora de Arnáiz con esta presunta trama de corrupción, aunque todavía de forma incipiente. La policía, sin embargo, aún no había relacionado en esos informes las denuncias en otros juzgados que sirven para trazar completo el retrato de su papel en el caso Gürtel. Sin embargo, un repaso a los principales administradores de las empresas de la trama de Francisco Correa, especialmente en las relacionadas con los negocios urbanísticos, descubre que también tienen relación con las de Arnáiz.

Paraísos fiscales.

Una de las relaciones más importantes, desconocida hasta ahora, es que Jesús Calvo Soria, uno de los hombres de confianza de Correa, ha ocupado cargos en la empresa Task Force de Inversiones Inmobiliarias, una de las sociedades que maneja el urbanista Leopoldo Arnáiz, según la denuncia de su socia. Según recientes informes policiales del caso Gürtel, Calvo es un testaferro de Francisco Correa en las empresas más importantes del líder de esta trama, conectada con la red que canalizaba el dinero desde paraísos fiscales.

Calvo, que fue presidente, consejero y es apoderado de la empresa Task Force de Inversiones Inmobiliarias, del entramado de Arnáiz, también ha sido administrador de otra empresa clave en la trama de Gürtel, como es Narcisos 22. El citado informe de la Unidad de Delincuencia Económica de la Policía Nacional describe una operación (en mayo de 2008, casi a la vez que la ya descrita de Gamavila) en la que dos sociedades, Centros Comerciales Raíces 3.000 y Beltraex Nexo, comparten una parcela, de nuevo en Boadilla del Monte, con la empresa Narcisos 22, administrada por Calvo Soria y que forma parte del entramado de Gürtel. El informe no lo cita, pero las dos primeras empresas forman parte de la red de sociedades de Arnáiz. En esta operación, el suelo termina en manos de Invercantil, también del urbanista y cuyo testaferro es Carlos Serrano Altamiras, también administrador de la sociedad Gamavila, protagonista de la operación de la Ciudad Financiera y administrador único de Task Force de Inversiones Inmobiliarias. Por lo tanto, Calvo Soria, que ha estado tanto en sociedades de Correa como de Arnáiz, representa al primero para vender terrenos al segundo, a través de un testaferro (Carlos Serrano) que, a su vez, tiene en común con Calvo Soria haber pasado por una empresa de Arnáiz.

En Task Force de Inversiones Inmobiliarias también ha estado Reinolfo Ortiz Gómez, ligado a la trama de empresas de Francisco Correa como, por ejemplo, en Nuevos Proyectos Inmobiliarios Salobreña, donde Reinolfo Ortiz sustituye a Jesús Calvo Soria. Además, Ortiz tiene un despacho de asesores que realizó gestiones sobre una de las empresas más importantes de la trama, Inversiones Kintamani, en la que Francisco Correa invirtió buena parte de su fortuna personal. Su despacho, Reinol Gestión, se llamaba antes Task Force Management, una denominación muy parecida a la empresa de Arnáiz antes citada, donde también tuvo cargos.

Por lo tanto, Jesús Calvo Soria y Reinolfo Ortiz han tenido cargos tanto en sociedades de la trama de Francisco Correa como en la red del urbanista Leopoldo Arnáiz. Esta relación se suma a las operaciones inmobiliarias entre sociedades de ambas redes en Boadilla y a las anotaciones sobre Leopoldo Arnáiz que aparecen en la agenda de uno de los cabecillas de Gürtel.

El urbanista más poderoso de Madrid fue llamado a declarar en la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid sobre lo que se conoció como el Tamayazo, una maniobra política por la que los socialistas no consiguieron la presidencia de la Comunidad de Madrid por el cambio en el sentido del voto de dos de sus diputados. El PSOE relacionó a Arnáiz con la maniobra, a través de la recalificación de unos terrenos en Alcorcón que beneficiaban a dos empresarios que pagaron los hoteles que los dos diputados tránsfugas utilizaron aquellos días. También sospecharon de la operación de la Ciudad Financiera.

Precisamente, Reinolfo Ortiz y Jesús Calvo Soria, testaferros comunes de Arnáiz y Correa, habían coincidido en dos empresas de la Universidad Complutense en las que también aparece Dionisio Ramos relacionado tanto con el tamayazo como con Gürtel. Arnáiz también estaba en esa época en el Consorcio Urbanístico esta universidad. En las empresas de la Complutense también estuvo José María Michavila, exministro de Justicia con José María Aznar y cuyo nombre saltó a los periódicos en los primeros momentos del estallido del caso Gürtel por los trabajos de asesoramiento jurídico que había llevado para el Ayuntamiento de Boadilla del Monte, con el alcalde González Panero, el Albondiguilla.

Los últimos informes policiales del caso Gürtel desmenuzan los papeles de la agenda de uno de los principales implicados, Pablo Crespo. En ellos hay anotaciones referentes a Leopoldo Arnáiz, en apuntes sobre operaciones inmobiliarias. En estos se puede leer, por ejemplo “Fax Leopoldo” junto con un número que coincide con el de la empresa de Leopoldo Arnáiz. También aparece el nombre “Leopoldo” junto a apuntes sobre operaciones inmobiliarias en los que se escribe: “equipo redactor” y otras anotaciones que la policía cree que se refieren a “un alcalde de algún municipio donde la organización ha tenido intereses”.

Nuevas diligencias.

El Partido Socialista de Madrid, personado como acusación en el caso Gürtel, estudia pedir una serie de diligencias para relacionar las informaciones que aparecen en otros sumarios sobre la red de empresas de Arnáiz con la trama de Correa, según el portavoz socialista del Ayuntamiento de Boadilla del Monte, Pablo Nieto. Así afloraría el inmenso negocio inmobiliario que montaron y el papel jugado por el hombre que ha diseñado las mayores recalificaciones urbanísticas en Madrid.